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Persona humana y justicia-equidad 475 algo cerrado y estático. En la nueva terminología tiene un ángulo abierto hacia la realidad social, donde se mueve la persona humana. Por otra parte, querer presionar demasiado el término para sacar conclusiones concretas podría llevar a grandes errores. Habrá que estudiar cada caso dentro del contexto doctrinal, para ver qué signifi– cación tiene, ya que varía mucho a través del documento, aunque mantenga siempre su dimension personal. Podemos terminar diciendo que se trata de uno de los términos más fecundos de la encíclica, y uno de los puntos que más fuerza eficaz contiene, sobre todo, cuando se quiere analizar el ámbito de la persona y de su responsabilidad en relación con las exigencias naturales de una convivencia social rectamente establecida (101). Empleando esta terminología el papa consigue, al mismo tiempo, establecer el campo propio de la equidad, como virtud constructora de la convivencia social y, en consecuencia, con la dignidad del hom– bre, evitando así la atribución al paternalismo, a la misericordia, a la asistencia social, etc., lo que en realidad se debe por virtudes más conformes con la persona. (101) E. WELTY, art. cit. 406.

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