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462 Leocadio de Iza! para ajustar más perfectamente la vida social del hombre a los prin– cipios del derecho natural. Dado. el grado de progreso y de evolución de la humanidad, en el momento en el que escriben, hacen nuevas deducciones del mismo derecho natural y de la revelación (58). Así es como aparece, explícitamente y con una amplitud nueva, la equi– dad, en el cuadro general de enseñanzas sociales de la Iglesia. El papa nos advierte que su intención al publicar la nueva encíclica es subrayar y explicar con mayor precisión la doctrina expuesta por sus antecesores (59). Todo esto implica un progreso, una evolución pero no una invención. Solamente en este sentido se puede hablar de originalidad. Justicia y equidad Para comprender el alcance de esta nueva fórmula del orden social, necesitamos analizar por separado cada uno de los dos conceptos. No obstante, no podemos descender a un análisis de la justicia y de la equidad, sino solamente al sentido que tienen en la encíclica. Justicia. - No nos detendremos especialmente en su estudio. El papa emplea el término justicia frecuentemente, dándole significado diverso y una amplitud más o menos mayor. La justicia tiene de hecho en muchos lugares un sentido estricto de justicia conmutativa (60), en otros se refiere preferentemente a la justicia distributiva (61), en otros a la justicia legal (62) y finalmente a la justicia social (63). Sería equivocado el querer limitar su significado en cada pasaje a un sen- (58) Sobre este punto véase lo que escribe sobre el << angewandtes Naturrecht », J. MESSNER, Das Naturrecht, Innsbruck 1958, 318ss y 328ss. Asimismo léase lo que E. WELTY, Die Sozialenzyklika Papst Johannes XXI 11. << Mater et Magistra ►>, 1961, 42ss, escribe sobre el << anpassendes Naturrecht ►>. (59) MM, 50. (60) MM, 71s, 21, 31. (61) Véase, por ejemplo, los números 69, 74, 112, 132, 168. (62) Entre otros lugares consúltese los siguientes: 70, 112, 122, 132, 136. (63) MM, 40, 173, 135.

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