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progresivamente en estos años. Una amplia legislación laboral y un per– feccionamiento de los seguros sociales y de las mutualidades completan el cuadro de la legislación social española, que se desarrolla con toda nor– malidad. Es necesario que los elementos productores se convenzan de que no basta la legislación sobre las mejoras sociales para que éstas tengan toda su virtualidad. Aquéllas no podrán en lo sucesivo mejorar o llevarán una marcha lenta si no aumenta la producción y no se multiplica la ri– queza de los bienes nacionales, si el trabajador no corresponde a la me– jora social con toda su voluntad para el trabajo y con el aumento de su rendimiento. La justicia necesita como primera condición una base para poder realizarla." Los primeros años de experiencia enseñaron a Franco que no era tan sencillo llevar a la práctica lo que en 1942 había prometido tan optimis– tamente a los miembros del Instituto Nacional de Previsión, cuando les decía: "esto es lo que quiero traeros a vosotros: la confianza de que vues– tra obra callada de tantos años en que multiplicabais cifras para terminar en unas miserables pesetas de retiro de vejez, el Movimiento viene a va– lorarlas y multiplicarlas, a hacer verdad y carne vuestros cálculos, a rea– lizar el Fuero del Trabajo de arriba abajo, a establecer los seguros sociales sin que nos tiemble la mano, ni el brazo al acometerlos" (1). A pesar de las reformas sociales, la miseria cundía entre las clases trabajadoras. Los precios subían incesantemente y la renta familiar ape– nas si podía cubrir las necesidades perentorias, y no siempre. Si compa ramos los niveles de vida en julio de 1944, julio de 1947 con los de 193( (año base), obtenemos el siguiente cuadro: 1936 1944 1947 Año base Aumento Aumento 1) Alimentación ··············· 100 235,5 % 564,5 % 2) Vestido ........................ 100 229,3 % 471,1 % 3) Vivienda ....................... 100 120,6 % 158,2 % 4) Gastos de casa ············ 100 142,4 % 352,1 % 5) Gastos personales ......... 100 70,1 % 263,0 % Los salarios no habían crecido en igual proporción. Una encuesta rea– lizada en 1941 entre 300.000 obreros dio por resultado que el aumento de los salarios, relacionándolos con 1936, había sido solamente de un 50 a un 65 %. "Los jornales se habían elevado en 1944 directamente en porcentajes que oscilaban entre un 30 y un 85 %; indirectamente se han mejorado los ingresos obreros en la proporción que supone un incremento de los bene– ficios indirectos de 38 %. En 1947 cabría afirmar que, por lo menos en al- (1) FERNANDO RUBIO y MuÑOZ BOCANEGRA, "El Caudillo y la Política Social". En Revista de Trabajo, Nos. 11-12 (1954), 1067. 14

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