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66 (356) P. Luis Sarrié.s gún que la intención de observar constantemente aquellos tiempos es– tuviera basada o no sobre motivos morales suficientes y seguros". Conviene que empleemos cautelosamente el lenguaje de Pío XII para evitar confusiones respecto de la postura de la Iglesia en una cuestión tan grave. No es difícil encontrar en autores católicos interpretaciones equí– vocas del pensamiento pontificio. El conocido profesor Colín Clarck, al que nos hemos referido en algunos otros lugares, dice que la pro– posición de que se debe evitar la concepción mediante el uso del ma– trimonio, reducido a los días agenésicos, debe ser universal, apli– cable no solamente a los matrimonios que han tenido muchos hijos, sino también a los matrimonios jóvenes, de manera que el recurso al período agenético sea algo no solamente permitido, sino positiva– mente bueno en sí mismo. En este sentido quiso interpretar las con– clusiones de la conferencia de expertos en problemas de población celebrada en Lovaina en 1962. La r~acción de algunas personalidades que participaron en d!cho congreso, principalmente del P. Lestapis, fue muy viva. El problema no puede plantearse, dentro del campo católico, en términos de limitación de la natalidad 1 ya que, propia– mente hablando, el problema que aqueja a la humanidad no es de superpoblación, s,ino de distribución desigual de los hombres entre los continentes, atendiendo a los recursos naturales y a las posibi– lidades de un desarrollo rápido. La primera solución a la superpoblación regional tiene que des– cansar en la solidaridad internacional. "Al nivel de la humanidad el problema del hambre en el mundo, reconocido todavía como el pro– blema de los países subdesarrollados, se identifica fundamentalmente con el de una caridad universal, más auténtica, más efectiva que se debe desarrollar u organizar entre las naciones.. Que las naciones más ricas y más afortunadas se pongan al servicio de las otras, y que éstas, a su vez, obren con plena conciencia de sus responsabilidades y de su destino, con una voluntad más elevada y más moral y más espiritual de dominar su propia fecundidad" 45 • ¿Es aplicable la re– gulación de la natalidad en el ámbito internacional? Los principios establecidos por Pío XII caen dentro de la moral conyugal. No habla el Papa de problemas internacionales ni hace alusiones a una política internacional demográfica. Subrayamos al 45 STANISLAS DE LESTAPIS: Op. cit., pág. 288.

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