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Presión demográfica y bienestar social 65 (355) Hay además otra causa que impide el que las migraciones pue– dan constituir una solución auténtica al problema de la población: Los costos son tan altos que no pueden cubrirlos los emigrantes. Se ha calculado que los costes de instalación de una familia europea en América suponen unos 13.000 dólares 44 • Serían necesarias cantida– des fabulosas para que las emigraciones descongestionas,en un poco los países superpoblados. Consecuentemente las migraciones internacionales no pueden dar– nos una solución básica y completa al problema de la población. úni– camente pueden prestar una ayuda subsidiaria. No constituyen un factor determinante. 2) Regulaaión de la natalidad.-La acción más directa que se puede aplicar al problema de la población es la que afecta a la mis– ma procreación. Fuera de la Iglesia católica no existe dificultad al– guna. Se admite, en general, el control, siempre que exista una causa justa. Las Iglesias protestantes han mantenido este principio basán– dose en que la Escritura no dice nada sobr.e el particular. Control de natalida,d y regwla'Ción de natalidad.-El término "con– trol de natalidad" o "birth control" ha adquirido un significado pre– ciso en el lenguaje general. La Iglesia católica evita cuidadosamente su empleo. Indica una limitación de nacimientos sin hacer ninguna referencia a modos y medios con relación a la moral. "Regulación de la natalidad" tiene un sentido muy diverso. Se refiere a un espaciamiento de concepciones (a veces exclusión de nuevas concepciones) empleando medios plenamente conformes con la moral cristiana. Pío XII decía a los participantes en el Congreso . del Frente de la Familia y de la Federación de Familias Numerosas en 1951: "Por otra parte, la Iglesia sabe considerar con simpatía y compresión las dificultades reales de la vida matrimonial en nuestros días. Por eso, en nuestra alocución sobre la moral conyugal, afir– mábamos la legitimidad y, al mismo tiempo, los límites -en verdad bien amplios- de una regulación de la prole, que, contrariamente al llamado "control de nacimientos", es compatible con la ley de Dios"; En el discurso a las comadronas del 29 de octubre del mismo año había afirm.ado que "la licitud moral dB tal conducta (uso de los días agenésicos) de los cónyuges habría que afirmarla o negarla se- 44 FRANCESCO VITO: l Nwovi termmi della que,'?tione sociale e l'enciolica Mater et Magistra. Milán, 1962; pág. 168, .

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