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52 (342) P. Luis Sarrié.s no existe ningún control de natalidad; la mortalidad alcanza niv~– les muy elevados, sobre todo debido a la mortalidad infantil y a las enfermedades epidémicas. En los países desarrollados este equilibrio se dio hasta mitades del siglo xvm, o sea, hasta que comenzaron las concentraciones industriales y se hicieron los grandes descubrimien– tos de la medicina y terapéutica. La segunda fase se llama explo– sión demográfica. La mortalidad declina verticalmente, reduciéndose rápidamente a un 20 por 1.000, aproximadamente. La natalidad, por ,el contrario, experimenta en el primer momento un ligero aumento, debido a que la mortalidad infantil desciende más rápidamente que la mortalidad de adultos. La diferencia entre la mortalidad y la na– talidad (incremento vegetativo) es muy elevada. La población expe– rimenta una verdadera explosión y tiende a multiplicarse en perío– dos cortos. Europa se encuentra en esta fase durante la segunda mi– tad del siglo XVIII y durante casi todo el siglo XIX. La tercera fase se llama revolución demográfica. La mortalidad sigue decreciendo. Pero comienza también a caer verticalmente la natalidad, cuyos índices se reducen de 35 a 45 por 1.000 a 20 ó 24 por 1.000, es decir, casi la mitad. En los países más desarrollados se extiende €Ste período hasta la segunda guerra mundial. · Finalmente, la cuarta fase, conocida con el nombre de estabili– zación demográfica. Aparece un nuevo equilibrio, pero a niveles muy bajos. La mortalidad toca niveles ínfimos, 7, 8, 9 por 1.000. Y la na– talidad se coloca a un nivel de 13, 14, 15 por 1.000 según las na– ciones 1 '6 • La mayor parte de los pueblos civilizados han pasado práctica– mente las cuatro fases analizadas, notándose en algunos de ellos sín– tomas de una recuperación natalista 11 • Los pueblos subdesarrolla– dos y muchos de los que se encuentran en vías de desarrollo experi– mentan actualmente lo que hemos llamado explosión demográfica. El siguiente cuadro nos revela el movimiento desigual de la población mundial y las zonas en las que se localiza la explosión. 1s M. FINDEISEN: Jiluropa stirbt wnd merkt es nicht. Stuttgart, 1957. u Recent Trends in Fertility in industriaZized countries. En "Population Stu– dies", Naciones Unidas, 1958; pág. 14.

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