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254 AURELIO LAITA la mejor investigación sanfranciscana. Y no porque buscara un refugio en Dios, ya que sabemos que «buscar refugio es lo contrario de libe~ rarse» 3 , aunque dicho refugio sea en las personas y cosas, en Dios o en sí mismo; sino porque sintiendo la convocatoria de Dios a disfrutar de la libertad inicia un proceso de liberación y vive y actúa después, en su caminar por el mundo, sin ninguna clase de condicionamientos ni siquiera religiosos. El encontró el ideal de libertad al encontrarse con el Cristo del evangelio e hizo posible en sí mismo el ser libre y liberado. «El proyecto de vida» -forma vitae- que ofrecería más tarde a sus seguidores sería, y sigue siendo aún hoy, un modelo de libertad y de liberación. Hoy la vocación a la libertad aparece en la conciencia de todos los hombres como «uno de los signos de nuestro tiempo» más preclaro 4 • Pero encontrar su camino cada día resulta más difícil, por estar entre– verado por todas partes de antinomias y contradicciones y sometido en el corazón del hombre al juego del libertinaje del que ya nos advirtió san Pablo: «Pero que esta libertad no sea ocasión para el libertinaje» 5 • Por esta dificultad práctica los hombres de hoy, tal vez, necesitemos, más que bellas teorías o solemnes declaraciones de principios, modelos vivos que por vía de experiencia nos enseñen este camino de la libertad y de la liberación. Uno de estos modelos es, sin duda, Francisco de Asís. Así lo ha visto la historia en todas las épocas en las que ha habido intentos de convocatoria a la libertad: lo mismo en el Renacimiento que en la Reforma, lo mismo en tiempo de _ la «Cuestión social» que en la época del Liberalismo. Nuestro tiempo intenta hacer lo propio desde los mil ángulos de la vida moderna por donde discurre el soplo de la libertad, ya se trate de los movimientos juveniles, de la revolución de las comunas o de la contracultura, como de la defensa de los derechos del hombre o de la naturaleza en los movimientos ecologistas. Y es que san Francisco aparece ante los ojos ·de todos los hombres como el proto– tipo de un hombre libre frente a todo y frente a todos, adornado de una libertad que ofrece al mundo como una comunicación de su «experiencia 3 ÜLASAGASTI, M., O. c., p. 106. 4 CHENU, M. D., !As signes des temps, en Vatican II L'Eglise dans le monde de le temps, Ed. du Cerf., Paris, 1967, p. 219. s Gálatas 5, 13.

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