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UN HOMBRE LIBRE FRENTE A LOS CONDICIONAMIENTOS SOCIALES: SAN FRANCISCO DE ASIS Introducción «La ciencia, escribe Manuel Olasagasti, se apoya en el rigor de los conceptos, ésa es su pretensión, y concede un valor sólo relativo a los . conceptos de la filosofía. «Hablando con rigor», por ejemplo, la libertad no existe. La filosofía invierte los términos y admite que desde cierta perspectiva la realidad es como la describe la ciencia; pero «hablando con rigor» la realidad de la libertad, por ejemplo, consiste en lo que de ella dice la filosofía y no en lo que pueden decir las ciencias. Valga esta observación como preámbulo y justificación de que sin mayor cautela intente utilizar un concepto tan dudoso ya en la esfera humana, nada digamos en referencia a Dios. La única cautela, y no me parece pequeña, será manejar el concepto «con toda libertad», sin suje– ción a interpretaciones prefijadas. Ulteriores precisiones irán apareciendo sobre la marcha» 1 • En el mismo sentido pretendo moverme yo al hablar de la libertad en san Francisco de Asís. Si alguna anotación tuviera que hacer al prin– cipio de este comentario sería la pretensión de moverme dentro de un contexto bíblico y religioso, donde Dios y su Cristo se presentan como el «goel» que convoca al hombre a gozar de la libertad: «Para que seamos libres nos ha liberado Cristo de la ley. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis sujetar al yugo de la esclavitud ... Vosotros, hermanos, habéis sido convocados para disfrutar de la libertad» 2 • El Francisco de Asís, que siempre han admirado los hombres de todos los tiempos, se inserta dentro de este marco religioso, como hoy sostiene 1 OLASAGASTI, M., Estado de la cuestión de Dios, Espasa-Calpe, Col. Boréal, Madrid, 1976, p. 83. 2 Gálatas 5, l. 13.