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262 AURELIO LAITA no, 88). Este es su más ardiente deseo. La tensión de su ser es total hacia Cristo: «Tota in Christum suum anima sitiebat, totum illi non solum cordis sed corporis dedicabat» (2 Celano, 94). En esta experiencia de fe de san Francisco es preciso anotar que pre– domina una visión de Cristo pobre, humilde, siervo obediente y crucificado, según la Carta a los Filipenses c. 2, 6ss, y esto «contrasta con el opti– mismo y el confort de la vida moderna», dice el P. D. Azevedo. Por eso «la Orden deberá empeñarse, sea mediante la reflexión doctrinal de sus teólogos, sea con el testimonio de su vida, en preparar la mentalidad mo– derna para que su optimismo integre a Cristo crucificado como elemento de heroísmo y de fecundidad» 19 • 2. Vida según el santo evangelio Francisco de Asís quería vivir a tenor de la Palabra de Dios descu– bierta en el evangelio. Conviene recalcar la palabra vida. Es decir, que san Francisco no tenía una idea o ideología evangélica, ni una serie de cono– cimientos, ni hacía del evangelio una bandera de contestación. «En una época de discusiones interminables, cuando se contestaba el evangelio, porque nadie se daba el tiempo para vivirlo, Francisco no discutía: vivía simplemente el evangelio, dejaba actuar a los otros. Lo característico de su actitud es ser pobre, sin condenar a los ricos; comer frugalmente sin censurar a los que comían excesivamente; llevar ropa pobre, sin juzgar ni condenar a los que vestían prendas lujosas» 20 • Así habla el Santo: «Cuando vayan por el mundo, les aconsejo, les advierto y les recomiendo en N.S. Jesucristo que no litiguen ni con– tiendan con palabras ni juzguen a los otros; mas sean benignos, pací– ficos y moderados, mansos y humildes, y hablen honestamente a todos, según conviene» (2 Regla, 3). Por eso también escribió al comienzo de las dos reglas estas palabras: «La regla y vida de los frailes menores es esta: observar el santo evangelio de N. S. Jesucristo». Esto nos está indi– cando claramente que el evangelio de N. S. Jesucristo se constituye en el fundamento de la vida de los Hermanos Menores, como se había cons– tituido en fundamento de la vocación y de la propia vida del Santo 21 • 19 D. AzEVEDO, Actualidad d'e la presencia franciscana en el apostolado. en Canta– bria franciscana, n. 0 85, 1967, p. 50. 2 0 C. KosER, La espiti'tualidad de la Orden de los Hermanos Menores, ,J. c., p. 7. 21 K. EssER, Origini e valori autentfci dell'Ordine dei Frati Minori, trad. del alemán, Leiden, 1966, pp, 250-266.
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