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RELAClO,NJlE I,,i\S WStONES.DE. CHILE de .aquellas damas. A .pesar (le este imprevisto, la Stulla. de limosnas rec;ogida~ sumó casi los cinco· mil francos. Los medios para fundar un~ Est~ción misi(),, nal en la Araucanía estaban prontos: pero era necesario esperar la primavera próxima, es decir, hasta el mes de noviembre, para dar comienzo a. la empresa• ...~'--+11+1•1 16. En esta espera llegaron a Santiago algunos indígenas de los .alrededo- res de nuestra Misión de Valdivia, acompañados de su intérprete (aunque -ellos conocían y sabían hablar español). Yo me preocupé de acompañarles én sus asuntos y ellos, muy agradecidos por mis servicios, y no teniendo otra fOrma de pagarme, me cedieron su propio intérprete: esto era lo que precisamente nece– sitaba para mi entrada ·en Arauéanía. Este intérprete se hospedó en ·1a casa del señor Arzobispo, en donde yo también estaba albergado. Allí aprendió a leer y eS-: cribir, se instruyó en la doctrina cristiana, se confesó, recibió él sacramento de la Confirmación y, lleno de cefo por la conversión de los infieles esperaba ansio- samente, como yo, el momento de partir para· Araú.canía; · [Varias dificultades retrasan la fundación]. ·· 17. Mientras alimentábamos estos santos deseos una mala noticia vino a turbarnos. Un barco nacional, llamado Joven Daniel, había naufragado en las cos– tas de Arauco. Perecieron más ,de •cincuenta personas, casi todas ellas de Valdi– via. Se ignoran los motivos del naufragio porque no, hubo sobrevivientes [12]. Junto con los cuerpos sin vida de ilos náufragos, las olas arrojaron a. las pfa'yaS' gran parte del equipaje, del que los indios se apoderaron. Después ocultaron los cadáveres,· pensando que así no Serían descubiertos. Pero este proceder logró el efecto contrario, y se pensó que los indígenas habían· dado muerte a los náu– fragos para apoderarse del botín , 13 • La idea tomó cuerpo y la policía de 'valdivia en sus pesquisas, encarceló a dos caciques araucanos que se sospechaba fuesen autores del asesinato. · 1 '..,...,, 18. · El Intendente de la Provincia de Concepción, Provincia fronteriza .ae los araucanos por el lado norte, pidió fuerzas al Gobierno para castigar, como ·él decía, a olos asesinos 14 • ELGobierno envié> de inmediato todas las tropas disponi– bles a las dos fronteras, a Vaklivia por el sur y a Concepción por el norte, cons~ tituyendo como General en Jefe de los dos ejércitos al Intendente de Concepción. Las tropas estaban para salir de Santiago en los mismos días que. yo preparaba mi partida: el momento no era el más propicio para la empresa. Hubo alguno que pretendió disuadi:t~me aconsejándome esperar el éxito de la guerra. Pero mi determinación era demasiado firme para echar pie atrás. La Sociedad Evangéli– ca no . creyó oportuno entregarme en esa ocasión Jos dineros recogidos para fa fundación de una Misión ,entre los infieles, por estar en tiempo de guerra. Y para no dejarme partir con las manos vacías, me entregó cien escudos, cantidad apenas suficiente para mi viaje. Pero los generosos chilenos me proveyeron de 13 El :naufragio de Joven Daniel ocurrió ~rente al lugar llamado Puancho, a unos ·· 15 kms. al sur del actuail Puerto Saavedra el 31 de julio de 1849. Cfr. Valde– rrama, Diccionario Histórico-Geográfico de la Araucania, Santiago, Imprenta Lagunas, 1927, pp. 184 y 127. 14 El Intendente de. Concepción al .que se alude en esta Relación es don José Ma. Cruz, primo hermano del Presidente Manuel Bulnes que en septiembre de 1851 dejaba el mando de la nación. en manos de don Manuel Montt. No aparece muy claro a los historiadores su intención de "castiga,r a los indios". Para muchos el objetivo del General Cruz era fortalecer sus posibilidades de lograr el gobierno de la nación y con ello dar un mayor realce a la Influencia de las provincias sobre Santiago.

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