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No es ciertamente diverso el sentir del seráfico doctor san Bue– naventura, aunque en su exposición no se diga explícitamente que la intención del legislador es el elemento determinante de la gravedad de las leyes y preceptos. Sin embargo, pone de manifiesto que la ter– minología de la regla es expresión de la voluntad e intención de la misma regla o del santo Fundador. EfectiJVamente, los preceptos del código minorítico pueden clasificarse en tres clases o grupos. En el primero entrarían todos aquellos que se expresan bajo el verbo prae– cipio, verbo que sirve para encarecer su gravedad y cumplimiento. Ei segundo grupo recogería todos aquellos preceptos que se imponen bajo el verbo teneri u otros semejantes, mediante los cuales se declara su fuerza de obligación. Sobre éstos advierte el santo Doctor que su obligatoriedad no es tan estricta como la del primer grupo y que la Orden puede dispensar, a no ser que aparezca ser otra la inten– ción de la regla. Finalmente, el tercer grupo daría entrada a todos los demás preceptos, que no disponen de una terminología propria y defi– nida, pero que gozan de fuerza preceptiva por la intención del legisla– dor 113 .Ahora bien; teniendo presente, según quedó demostrado, que todo precepto importa obligación sub mortali, podemos concluir que la gravedad de los pr,eceptos depende, decisivamente, de la voluntad o intencion del legislador. El angélico doctor santo Tomás de Aquino nos proporciona, a este respecto, un pasaje de i1ndudable significado en el que se ratifica ve/, minaris mandatí vel praelati consideratione discern.e. Maius vel minus man– datum intellige secundum quod magis vel mínus ve/,le constíterit mandatorem sive Deum quantum superíoris intendatur voluntas ». 113 S. BoNAVENTURA, OFM, Expositio super regulam fratrom minorum, en Opera omnía, t. 8, Ad Claras Aquas. 1898, p. 436 s. : « Regula ista praeceptis est plena... Praeceptorum autem istorum tria sunt genera: in quibusdam enim ponitur expresse praecípiendí verbum, ut prae ce,teris commendentur... Aliud est genus praeceptorum, quibus additur verbum tentionis vel debití vel aliquod simile, ex quo obligatio declaratur... Certum est quod tentio obligationem importat vel ad solvendum vel ad satisfaciendum alio modo... Unde licet tentio obligatio– nem sonet, potest tamen Ordo dispensare in sic dictis, exceptis illis in quibus patet intentionem regulae, omrnino praeceptorie obligare... Est autem tertium genus, ubi nec additur praecípere nec teneri, sicut patet in secundo capitulo... et in tertio... et in pluribus aliis consequenter, ubi multa exstant praecepta ex intentione mandatoris ». Véase también IDEM, Explanatíones constítutionum generalium narbonen– sium (ed. F. M. Delonne, OFM), n. 44, en Archivum franciscanum historícum 18 1925), ~l. 42