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es una prueba más de Ía mentalidad todavía mecÍievai del cardenai dominico --- el pecado venial no está prohibido bajo precepto estricto 89 • Pero reaccionará en seguida contra este principio produciendo, en un primer momento, la impresión de ,contradecirse o, quizá más bien, de renunciar a la mentalidad medieval para adherirse a los principios de la edad moderna 90 • En conclusión, Cayetano permanece substancialmente Hel a la ense– ñanza de los teólogos de la edad media, pero no sin manifestar clara– mente su inconformidad con dicha enseñanza. Tanto es así que, si realmente no se decidió a -abandonar los principios de esa doctrina, sospechamos que ello fue debido al temor de escandalizar presentando una doctrina nueva 9 1, al respeto hacia una tradición plurisecular y, más especialmente, a la reverencia y fidelidad debidas a la célebre consti– tución decretal Exivi de paradiso de Clemente V 92 • Muy semejante a la de Cayetano es la situación del doctor Na– varro ante las enseñanzas de los teólogos de la edad media. Martín de Azpilcueta (1400.-1586), conocido comúnmente bajo el nombre de doctor Navarro, fue sin duda un gran moralista y seguramente uno de los mejores canonistas de su tiempo. Los teólogos y canonistas posteriores lo citan frecuentemente y con gran veneración. 89 Ibídem, p. 508, n. 8: « [C1are liquet] Quod nullum denique simplex verbum inveniatur mducens universaUter vim praecepti... lnhíbentur siquidem et prohibentur mendacia omni iure; et sirniliter debent et tenentur cmmes hommes omni iure non mentírí; et tamen m,endncíum constat non cadere sub praecepto ». 00 Ibldem, n. 10 : « Inter obligationem namque, ad mortale, et libertartem ad opera oonsiliorum, mediat oblig.itio ad veniale. ltaque sub praecepto cadít omnis obUgatío; síve ad mortale síve ad veniale, quoniam tenemur evitare venialia. Unde quia praecepta, ut distinguuntur contra consilia, non oblig,int necessario ad mor– tale ve,l veniale, consequens est ut ex ignorantía procedat ex affirmatiooe praecepti inferre peocatum mo!J'.ltale determínate, vel ex negatione praeoepti ad mortale inferre quod est de oonsilio ». En la parte final de este párrafo Cayetano se refiere seguramente a Escoto, al. Tostado y otros; pero quizá no se ha dado cuenta de que, ei contenido del consejo en Escoto y en el Tostado no coincide con el que él parece atribuirles en e$te texto. 91 Ibídem; « Et ne putes novam me ingerere doctrinam; lege divum Tho– mam... et videbis multa sub praecepto corwprehendi ad venialem tantum culpam obligantia... De afüs autem alLatis vocabulis nihil universai!iter video determinabile, nisí quod ex vi verborum, vera apparent omnia quae dub1tando allata sunt. Et omroinloda certitudo huius quaestionis, quoad ius commune•, defimtionem aucto~ rítatívam Apostolicae Sedis exigere videtur ». 92 IDEM, Summula, leiunium, p. 2161; Summa theologica cum commentariis, 2.2., q. 147, a. S.; q. 186, a. 9, en Sancti Thomae Aquinatis opera omnia, t. 10, p. 157, n. 5; p. 500,, n. 9 s. 33

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