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tres colecciones de canciones populares vascas, de acompaña– miento moderno y de gran colorido y originalidad: Guere Herria (1928), Trois Chants Basques (1928) y Mendi-Lore (1948). De– bemos mencionar también dos impresiones argentinas: Feuille d'Album y Lluvia (1930), recuerdos de su viaje por la Repúbliva sudamericana; Deux poemes (1933-1934); Canciones Sefardíes (1938-1941), A la Fontaine de Bellerie (1937), sobre texto de P. Ronsard; Andregeya (1916), sobre texto de E. Guibert; Berceu– se (1919); XVI Seaska-Euzko-Abestiak (1927), es decir, 16 can– ciones de cuna vascas; Vocalise-Etude (1934); Exercices de Chant (1934). MUSICA VOCAL El P. José Antonio trató desde el principio de su carrera con especial cariño la canción para coro, ya mixto, ya a voces iguales, tanto para pequeñas agrupaciones corales como para orfeón. Iné– dita queda su antigua Suite Vasca a voces mixtas, en 4 tiempos, muy cantada antaño por el Orfeón Donostiarra, y aún hoy por la Coral Lagun Onak de Buenos Aires. Inéditas asimismo, y en es– pera de oportunidad para ver la luz pública, nos ha dejado unas cuantas canciones vascas, entre ellas Una Planeta (1937), de cuna, a 6 v. m., y otras no vascas, como Tríptico Franciscano. (1949), a 6 v. m., sobre poemas de J. Verdaguer, Evocación Sevi– llana (1945), a v. de h., Le Cantique des Créatures (1941), a 4 y 6 v. m. y órgano, y Ciucciarella (1953), canción de cuna de Cór– cega, a 4 v. m., maravilla de armonización moderna agridulce; Chansons landaises (1937), a 3 y 4 v. de h.; Lo Filador d'or (1951), a 4 v. m., sobre un poema de J. Verdaguer; Branle d 'Ossaü (1927), a 4 v. m. Entre las editadas sobresalen Argiya (1912), escena coral a 4 v. de h.; dos cuadernos de canciones a 4 voces, mixtas uno, iguales otro, que llevan por título Oyar-Otsak; Vene– rabilis Barba Capuccinorum (1949), scherzo humorístico a 4 v. m.; Poema de la Pasión (1937), a 8 v. m., dos sopranos solistas 34