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Con ser difíciles aquellos años de residencia allende el Piri– neo, ya por las inquietudes que allí creaba entre los refugiados españoles la situación española, ya por las privaciones y trabas que impuso la ocupación alemana al año de estallar la guerra europea, no fueron sin embargo estériles, ni mucho menos, para la actividad del P. Donostia, que poseía el difícil arte de aprovechar el tiempo en todas partes y en toda circunstancia, para gloria de Dios, bien del prójimo y provecho de su alma. Asiste enfermos, · consuela afligidos y ayuda a refugiados, frecuenta archivos, y co– pia en ellos poesías vascas y otros documentos folklóricos relativos al País Vasco, asiste a conciertos y los organiza él mismo, prepara y da conferencias, ejerce el ministerio sacerdotal, estudia alemán y escribe música. De esta época son dos suites para órgano: ltinerariun Mysticum e In Jesto VII dolorum B. M. Virginis; de esta .época asimismo las Infantiles para cuatro manos, la edita– da y la inédita, el Poema de la Pasión, el O Jesu mi dulcissime y otros muchos motetes, editados unos en "Tesoro Sacro Musical", y otras en espera de turno para salir a luz. Durante su residencia en Bayona ( mayo 1941-abril 1943) ejerció la organistía de la parroquia de Saint Charles de Biarritz y fundó la Coral Sine Nomine, con la que daba pequeños conciertos en las tres parroquias de Biarritz, y algunos de mayores vuelos, como el Concert Spirituel del 6 de septiembre de 1942 en la iglesia de Santa Ana de Hendaye-Plage y la representación de Le Noel de Greccio de H. Ghéon. 20