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Í. LA MATERIA LEVE EN LA EDAD MEDIA En este apartado entendemos por materia leve aquella que corres– ponde a los pecados ex genere suo veniales o, ·si 'Se prefiere, aquella sobre la que recaen las leyes y preceptos que de suyo importan obli– gació sub veniali. No nos referimos, pues, en el presente apartado a la materia de 1os pecados mortales que se convierten en veniales por imperfección del acto humano o también por imperfección o parvedad de mater~a. ¿Se conoce y se admite esta materia leve en la edad media? O lo •que es lo mismo: ¿existen y se admiten pecados ex genere suo veniales? l. Los precursores de los grandes escolásticos Entre los precursores de los grandes escolásticos ocupa un lugar destacado san Anselmo de Cantorbery (1033-1109), que sin duda algum1 puede considerarse como el teólogo más significativo de todo el siglo XI. No se puede, sin embargo, alimentar la pretensión de que el santo arzobispo y doctor benedictino nos ofrezca una doctrina precisa y com– pleta sobre el significado de la materia en las leyes y preceptos y en sus correspondientes transgresiones. Pero en sus obras pueden hallarse algunos pasajes en que parece enseñar que no existe materia leve o, mejor, que toda materia es capaz de soportar una obligación sub mor– tali. Efectivamente; en su Líber meditationum et orationum advierte el santo Doctor que ningún pecado debe considerarse como algo pequeño: « forsan parvum quid putas aHquod peccatum: utinam districtus iudex parvum existimaret aliquod peccatum... Peccatum peccator audebit di– cere parvum? » 10 • Este lenguaje ponderativo puede explicarse y encontrar justificación en un libro dedicado a oraciones y meditaciones; pero no es tan com– prensible y explicable que lo hallemos igualmente en una obra emi– nentemente teológica, cual es el Cur Deus hamo del santo abad bene– dictino. La 1cosa más insignificante y pequeña, una simple mirada, una mirada indiferente, dirigida deliberadamente contra la voluntad de Dios nunca debe considerarse como algo leve y ligero, como un pecado pequeño 11 . Y no contento con esto, concluirá con las significativas pala- 1 º S. ANSELMUS, OSB, Líber meditatíonum et orationum, med. 2, en PL 158, col. 723. 11 IDEM, Cur Deus homo, lib. 1, cap. 21, en PL 158, col. 393 s.: « Nondurn 6

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