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se olvida <le recurrir a la parvitas materiae como a criterio válido para descubrir y señalar los pecados veniales. Así, pues, nos vemos obligados a concluir que el santo arzobispo de Florencia desconoce la susodicha expresión y, consiguientemente, también los pecados veniales por imperfección o parvedad de materia. El renombrado abad benedictino Nicolás Tedeschi o Panormitano, tal como lo hicimos notar en el capítulo anterior, recurre con frecuen– cia a la materia y le reconoce cierto realce y significado a la hora de discernir la gravedad de las diversas leyes y ordenaciones y de sus correspondientes transgresiones. Sin embargo, no emplea ni parece conocer las expresiones materia grave-materia leve, si bien conoce y emplea otras expresiones equivalentes tales corno materia praeceptiva, necessitativa, multum ponderosa, y materia exhortativ.a, non necessita– tiva nec multum ponderosa 140 • Menos todavía conoce la expresión par– vitas materiae y la realidad de su contenido; pero querernos destacar un pasaje que puede ponernos en relación •con dicha realidad. Sabido es que, para el Panormitano, todo precepto importa obligación sub mortali. Ahora bjen; pueden darse prescripciones cuyo significado preceptivo sea realmente incierto. En estos casos el abad benedictino invita a recurrir a la cualidad de la materia, cuyo peso y valor habrá que ponderar: « Ex clementina colligitur..., quod aut consuetudo habet quod illa verba imperativi modi importent praeceptum in casu..., et tune serva consuetudinem... Aut non apparet de consuetudine, et tune recurre ad qualitatem materiae. Nam si materia est multum ponderosa et verisimiliter cogitata et ponderata per superiorem, tune inducit praeceptum, alias secus » 141 . ¿Se podría creer que la parvitas materiae reune las condiciones requeridas por el Panormitano para ser objeto de un precepto estricto? Dicho con otras palabras: ¿es justo considerar la parvitas materiae como multum ponderosa et verisimiliter cogitata et ponderata per superiorem? Alfonso de Madrigal o Tostado puede considerarse justamente como el teólogo que más se ha destacado y distinguido en poner de relieve el valor y significado típicamente medievales del precepto y del 140 PANORMITANUS N., Commentaria in quinque libros decretalium, vol. 1, De constitutionibus, cap. 4, n. 2ss., fol. 24r. 141 Ibídem, n. 2. 58