BCCCAP00000000000000000001014

11 fine necessario. Sed alia est orclinatio quáe potest esse respedu :6.nis sequendi, quae non est necessaria, sed utilis, quae non est de praecep·to, sed potius de consilío; et deordinatio opposita huic, est pec– catum veniale, nec facit cadere a fine necessario» 124 • A:hora bien; ¿habrá que reconocer que la materia grave y leve y la parvitas materiae tienen luz propia capaz de iluminar ese orden y su correspondiente transgresión? O ¿serán éstos, más bien, los que han de infundir a la materia leve y grave y a la parvitas materia.e su propio valor y significado? La doctrina de los grandes teólogos franciscanos, que acabamos de exponer, casi no representa progreso alguno en relación con la enseñanza que propusieron los precursores de los grandes escolásticos en torno a la parvitas materiae. Ni unos ni otros conocen la mencio– nada expresión ni tampoco la realidad de su contenido; solamente ofrecen algunas afirmaciones que pueden, de algún modo, relacionarse con el contenido y significado de la parvitas materiae. .A!hora bien; ¿qué acttiud adoptará, a este respecto, el angélico doctor santo Tomás de Aquino? b) Pensamiento de santo Tomás de Aquino Las enseñanzas y conclusiones del Angélico en torno a la parvitas materiae no aparecen tan claras y precisas como para evitar dudas y pareceres encontrados con respecto a suo genuino pensamiento. Con todo, creemos que es incontestable que santo Tomás no conoce la expresión parvitas materiae ni ninguna otra expresión equivalente. Ahora bien; ¿conoce, al menos, la realidad de su contenido? Entre los antiguos es seguramente el cardenal dominico Tomás de Vio Cayetano el único que se empeña con denuedo en hacer ver y demostrar ,qiJI el Angélico admite la parvedad de materia como título o causa excusante de pecado mortal, al menos en los hurtos pequeños. Efectivamente; éstos constituirían pecado venial aunque la substracción desagradara al dueño y por más que su autor pretendiera causar a éste un cierto daño o perjuicio 125 • Pero su esfuerzo, como lo reconoce acer- 124 IDEM, Ordinatio, ibídem, p. 135. Véase también Retractatio, ibídem, p. 101. 125 Cfr. THOMAS DE VIO CAmTANUS, Summa theologica cum Commentariis Thomae de Vio Caietani, .2.2., q. 66, art. 6, en S. Thomae Aquinatis opera omnia,, t. 9, Romae 1897, p. 92. Aunque no con el empeño derrochado por el cardenal Cayetano, el sumista dominico Silvestre de Prierio atribuye a santo Tomás la 50

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz