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SIGNIFICADO DE LA MATERIA EN TEOLOGIA MORAL Por la t 1 rascendencia misma que entr,aña para todo creyente, la determinación de la es_pecie teológica que corresponde a cada uno de los pecados, ha preocupado hondamente a todos los teólogos y mora– listas a lo largo de la historia de Ia Iglesia. De aquí su búsqueda afanosa y su empeño ininterrumpido por encontrar y proponer unos elementos, unos signos, unos criterios capaces de conducir al discer– nimiento de los pecados mortales y veniales, tarea que los teologos y moralistas siempre consideraron extremadamente difícil y peligrosa. Este es precisamente el calificativo que 'le aplicó el gran obispo de Hipona al reconocer que sus continuos esfuerzos encaminaidos a resolver este espinoso problema, no alcanzaban el éxito apetecido: « Sed quis iste sit modus, et quae sint ipsa peocata, quae ita impediunt perventio– nem ad regnum Dei, ut tamen sanctorum amicorum meritis impet,rent indulgentiam, dífficillimum est invenir:e, periculosissimum definvre. Egp certe usque ad hoc tempus cum inde satagerem, ad eorum indaginem pervenire non potui » 1 • No otra cosa pretendieron expresar, siglos más tarde, el maestro franciscano Alejandro de Hales al encarecer la dificultad de trazar una línea divisoria entre los pecados mortales y veniales de idéntica especie o materia 2, y el angéHco santo Tomás de Aquino al acentuar el peligro de errar que entraña la determina:ción prática de los pecados mortalesª. Posteriormente abundan teólogos y moralistas que insisten 1 S. AuGUSTINUS, De civitate Dei, lib. 21., cap. 27, n. 5, en PL 41, col. 750. 2 ALEXANDER DE HALES, OFM, Summa theologica, t. 3, Ad Claras Aquas 1930, n. 272, p. 286: « Et sic patet differentia venialis a mortali. Cum autem valde vicina sint in eodem genere materiae, difficile est dícere usque ad quid .extenditur veniale peccatum et quando íncípít esse mortale ». 3 S. THOMAS AQUINAS, OP, Quaestiones quodlibetales, quodl. 9, art. 15, in e, en Opera omnia, t. 9, Parmae 1859, p. 598: « Respondeo dicendum quod omnis quaestio in qua de mortali peccato quaeritur, nisi expresse veritas habeatur, periculose determinatur; quia error quo non creditur esse peccatum mortale 3