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en la parvitas materíae sino en alguna imperfección que afecta al acto humano 112 • Guillermo de Auxerre, conocido también bajo el nombre de Anti– siodorense, entra en nuestra cuestión haciendo alusión a la sentencia, bastante extendida por aquel entonces, según la cual sólo existirían pecados veniales por imperfección del acto humano: « Hoc est pec– catum veniale: scilicet cum concupiscibilis vel irascibilis movet homi– nem in illicitum ante consensum rationis. Ergo non poterat [Adam] peccare venialíter, quod concedunt multí » 113 • El, en cambio, admite claramente pecados veniales ex genere suo, es decir, cometidos con plena advertencia y consentimiento 114 ; pero no podemos decir otro tanto acerca de la existencia de pecados veniales por parvedad o im– perfección de materia. Efectivamente; el Antisiodorense desconoce, en absoluto, esta expresión y su mismo contenido o significado. Más aún; en su pensamiento aparece el objeto o materia como un elemento insignificante y casi extraño a la determinación de la gravedad de las leyes y preceptos y de sus respectivas transgresiones. Al mi 1 smo tiempo, como verdadero teólogo que es, se fija en otros elementos o criterios mucho más teológicos, al tratar de distinguir la mayor o menor gravedad de .las diversas transgresiones: son el precepto o prohibidón y la caridad o amor de Dios super omnia 115 • Est•'.) parece demostrar que la existencia de pecados veniales por parvedad de materia y aun ex genere suo no depende del significado que posee la materia en sí misma, sino más bien del valor e ilumina– ción que le prestan la existencia de un precepto o prohibición y, parti– cularmente, el amor de Dios super omnia, es decir, de la actitud de aceptación o rechazo de estos principios adoptada por el hombre al relacionarse con las criaturas. En conclusión: los precursores de los grandes escolásticos no cono– cen, en absoluto, la expresión parvitas materiae ni su concepto o con- 112 lDEM, In cantíca canticorum, en PL 196, col. 481. 113 GUILIELMUS ANTISSIODORENSIS, Summa aurea in quatuor libros Senten– tiarum, lib. 2, tr. 10, q. 4, fol. 63r. 114 lbidem. 115 Ibídem: « Dicit Augustinus... quod quidam diligunt uxores et filios plus debito: minus tamen quam Deum, et hí venialíter peccant. Alii plus quam Deum: et hi mortaliter peccant. Sed Adam plus debito poterat diligere uxorem et filios: tamen citra Deum. lgitur poterat peccare venialiter ». Véase también ibídem, lib. 2, tr. 15, q. 3, fol. 71r-v; lib. 3, tr. 17, q. 3, fol. 214r; lib. 4, fol. 27lv-272r. 45