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que er. el jurista benedictino no hemos encontrado ias •expresiones << ma– teria grave - materia leve» ni las correlativas « pecado ex genere suo mortal - ex genere suo venial». Sin embargo, es induable que admite sus •conceptos correspondientes. Efectivamente; como materia grave se debe considerar todo lo que es objeto de un precepto o prohibición estrictos, y ·como materia leve, lo que es objeto de un consejo, aviso o amo.:1estación, es decir, lo que no es objeto de un verdadero precepto o prol:ibición: « Quomodo autem cognoscatur utrum constitutio sapiat consili<m1, vel praeiceptum: die quod primo recurrendum est ad mate– riam s!lbiectam. Nam si illa de sui natura non nece,ssfitat, dicitur potius quaedmn exhorlatio, licet verba aliud sapiant » 73 • Finalmente, el Panormitano discierne la materia grave o, por mejor decir, la materia de los preceptos y prohibiciones estrictos, fijándose en alguno de los siguientes atributos o propiedades: la materia grave debe ser necessi~ativa, o multum ponderosa, o verisimiliter cogitata et pond(!(f'ata per superiorem. De lo contrario, habrá de ser considerada como materia leve y no podrá ser objeto de ningún precepto o prohi– bición en sentido estricto 74 • Digamos, pues, en conclusión, que el célebre jurista benedktino no señala en modo alguno los límites. concretos de la materia leve y de los pecados ex genere suo veniales; pero es innegable que reco– noce a la materia, en general, un significado verdaderamente notable, seguramente superior al que le atribuyeron los teólogos anteriores. Por lo derr.ás , tal como ocurre con mayor o menor claridad en todos los teólogos medievales, la materia leve y los pecados ex genere suo venia– les han de buscarse únicamente en los consejos, recomendaciones, avisos y amonestaciones, es decir, en las prescripciones no estrictamente precepc:ivas 75 • 18 Ibídem, vol. 6, De honestate clericorum, n. 7, fol. Sr. 74 Ibidem, vol. 1, De constitutionibus, cap. 4, n. 4, fol. 24r: « Verba impe– rativi madi ex se non semper aequipollent verbis praeceptivis... Et ex clementina colligitur haec distinctio, quod aut consuetudo habet quod illa verba imperativi modi importent praeceptum..., et tune serva consuetudinem... Aut non apparet de cons.1etudine, et tune recurre ad. qualítatem materiae. Nam si materia est multum ponderosa et verisimiliter cogitata et ponderata per superiorem, tune inducit ;;>raeceptum, alias secus ». 75 El pasaje que ofrecemos a continuación, demuestra suficientemente lo que acabamcs de afirmar en el texto: « Aut lex loquitur per verba exhortativa seu consultii•a..., et non ligat contravenientem ad peccatum... quod praecipit... Aut loquitur per verba communia, puta statuo, decerno vel quid simile, et tune non obligat contravenientem saltem ad mortale... Item ex quo lex aliquando loquitur 29

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