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de Dios o del prójimo; consttiuye, en cambio, objeto o materia Íeve cuanto en sí mismo importa algún desorden que, de suyo, no se opo– ne al amor de Dios y del prójimo, como son las palabras ociosas: « Peccatorum autem actualium aliquod dicitur mortale ex geniere, et aliquod veniale ex genere secundum quod genus vel species actus determinantur ex obiecto. Cum enim voluntas fertur in aliquod, quod secundum se repugnat carita:ti Dei vel proximi..., tune peccatum ex obirxto suo habet quod sit mortale... Quandoque autem voluntas fertur in illud quod in se continet inordinationem aHquam, non tamen con– trariatur dilectioni Dei et proximi, ut verbum otiosum..., et tale est veniale ex genere suo » 11 • Esta explicación que sirve al santo arzobispo de Florencia para dar a conocer el alcance y significado de la materia grave y leve, posee una belleza -teológica innegable; pero no podemos ocultar que no nos proporciona un criterio claro, eficaz y preciso para determinar prácticamente la extensión de la materia leve y de los pecados ex genere suo veniales. De todos modos, esta explicación junto con el principio de los teólogos medievales, según el cual todo verdadero precepto importa obligación sub mortali, puede servir de ayuda para encontrar una respuesta a la cuestión que nos hemos planteado. El renombrado jurista y obispo benedictino Nicolás Tedeschi (1389-1466), comúnmente conocido bajo el nombre de Panormitano, no disimula el influjo notable ejercido sobre él por la célebre consti– tución Exivi de paradiso de Clemente V. Por eso mismo recurre fre– cuentemente a la materia para descubrir y determinar la gravedad de las diversas leyes o prescripciones humanas 72 • Con todo, quien quisiere estudiar el valor y significado de la materia con respecto a la gravedad de dichas leyes y preceptos, no deberá perder de vista que, en la mente del Panormitano, todo precepto importa obligación sub mortali y que las palabras con que se formulan las diversas leyes, constituyen el criterio más eficaz para: discernir su carácter preceptivo y, por ende, su obligación sub mortali. ,Según esto, ¿admite el Panormitano materia leve y, consiguiente– mente, pecados ex generre suo veniales? Ante todo, queremos advertir 71 Ibídem, pars 1, tit. 10, cap. 1, col. 583. 72 Cfr. especialmente PANORMITANUS N., OSB, Commentaria in quinque libros decretalium, Venetiis 1571, vol. 1, De constitutionibus, cap. 4, n. 2-4, fol. 24r; vol. 6, De honestate clericorum, n. 7, fol. Sr. 28