BCCCAP00000000000000000001014

gresiones de las ordenacione~ divinas no-preceptivas? Y ¿qué decir de las leyes y preceptos humanos? Con respecto a este último inter– rogante Gersón enseña que no ofrecen materia leve en todo aquello que es rieflejo y t1jaducción de la ley divina; en cambio, creemos que admitiría materia leve y pecados ex genere suo veniales en las transgre– siones de cuanto es ordenación y determinación humana. ¿No es esto precisamente k> que, con respecto a la disciplina eclesiástica peniten– cial, enseñó Pablo VI al dictaminar que « eorum substantialis obser– vantia graviter tenet »? 68 • A diferencia de Juan Gersón, san Antonino de Florencia (1889- 1459) a::epta los elementos o criterios indicados por Clemente V para descubrir y determinar qué prescripciones poseen fuerza de precepto e importan, por lo mismo, obligación sub mortali: son la materia y el modo o forma de las mismas prescripciones u ordenaciones. El santo arzobispo de Florencia reconoce que estos elementos pueden prestar alguna ayuda; pero no disimula la dificultad de la tarea, al ser tan numerosas las leyes u ordenaciones dictadas por la Iglesia y por los demás ;irelados y legisladores: « Cum autem sint multae ordinationes Ecclesirn et rectorum, quae sint mandata, idest praecepta obligantia de necessitate salutis, non est facile de omnibus determinare; potest tamen de hoc ihaberi aliqua cognitio ex materia vel forma» 69 • No obstante esta aceptación, queremos advertir que el santo arzo– bispo dominico, en la práctica, concede a la materia un valor de distin– ción muy escaso, ciertamente inferior al que atribuye a la forma. La materia parece adquirir valor distintivo únicamente a la luz de la caridad, de la justicia y del honor divino: « Ex materia 1 quidem, si sit ordinatio de re necessario ad caritatem vel iustitiam vel divinam reve- . rentiam. .. Hoc tamen potest rnale determinari, nisi ex communi decla– ratione doctorum. Ex forma autem, idest ex modo locutionis vel scrip– turae ipsius ordinationis, potest hoc percipi multipliciter » 70 • Por lo demás, san Antonino habla explícitamente de pecados mor– tales y veniales ex genere suo. Ello significa indudahlemente que ad– mite la existencia de materia grave y materia l.eve. Debe considerarse como materia grave todo lo que, de suyo, es contrario a la caridad 68 FAULUS. PP. VI, Const. apost. Paenitemini diei 17 febr. 1966, en AAS 58 (196e) 183. 69 S. ANTONINUS, OP, Summa theologica in quattuor partt?s distributa, Vero– nae 1740, pars 2, tit. 4, cap. 2, n. 3, col. 563. 70 I"!Jidem. 27

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz