BCCCAP00000000000000000001011

LOS. RELIGIOS.OS . DE ZARAGOZA ... 7 nistración del sacramento de la penitencia y •· predicación de 1a pa.: labra de Dios, como en el mencionado breve se dispone". Se conservan (DDC) los informes de los distintos provinciales o vicarios generales sobre las visitas a sus respectivos conventos en estos años. Por sus respuestas conocemos los avisos generales ema– nados de la curia. El provincial de los trinitarios descalzos, Fray Andrés de Santa Teresa, el 20 de setiembre de 1805 (DDC) expone : "Lo•s puntos que V.S.I. me ha advertido para mejor acertar en esta santa visita, a saber, el que los religiosos no salgan solos, que al toque de las oraciones estén en el convento, que, cuando salen a los pueblos en donde tenemos conventos (no tenemos en este arzo– hi.spado otro que el de esta ciudad), no pernocten, no se hospeden ni coman en, casas de secularés, son todos ellos capítulos expresos d~ nuestra Santa Regla y Constituciones, y están en la más rígida: observancia". Los visitadores coinciden en el informe favorable de sus casas. El vicario general de los agonizantes no ha hallado en su comu– nidad defectos graves y ha tomado las providencias oportunas para cortar de raíz los pocos leves que han aparecido. El provincial de los agustinos descalzos o recoletos nada ha hallado que sea contra l~ observancia y disciplina regular. Todo marcha bien; dice el de capuchinos, El de las Escuelas Pías ha quedado satisfecho de sus súbditos. Y así los demás. De la razón que dan de los individuos aptos para el confesonario y el púlpito, se deduce que el número de religiosos en los diversos conventos era muy crecido. Cordiales eran las relaciones del Obispo auxiliar con los reli– giosos, si de todos merecía los elogios que le dirigió Fray Jaime J assa o J asá, natural de Calaceite, abad y vicario general de los cistercienses. Desde Rueda, el 13 de abril de 1806 (DDC) se dir1ge al P. Santander en demanda de los informes consabidos, y a los pocos días le comunica que ha acabado la visita de aquel monaste– rio y del de Santa Fe, y ha hallado a ambo•s en paz, tranquilidad y observancia. Y termina : "En ambos monasterios sus respectivos abades y algunos de sus sujetos condecorados se me han hecho len– guas y 'no acaban de expresarme los tan ápreciables favores que deben a V; I., reconociéndole po•r su benévolo protector y amabi– lísimo padre. Me ha causado esto indecible complacencia y me fal– tan expresiones para darle a V. I. las gracias, tanto de parte de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz