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tos tt.l:ttCióS6S DÉ·ÜRÁGOZA... í1 Uno se pregunta si noticias tan descabelladas no procederían de publicaciones parisinas de la traza del "Diario Trigésimo Ter– cero. (:X:XXIII) del Ejército de España" (19). Aquel "Diario" o "Boletín XXXIII" iba fechado en París el 3 de marzo de 1809, diez días después de la rendición de Zaragoza. Ocho días más tarde :l:echarán en Madrid el decreto de supresión de todos los conventos de la ciudad de Zaragoza, como luego veremos. Es lógico que, para cohonestar sus atropellos, el invasor fi:q. giera un enjambre de frailes sanguinarios, Pero no se explica que, en tiempos de persecución religiosa, se alegaran aquellas ficciones como argumento apolo~ético (20). puestos por el traductor y anotador. En JosE MARIA IRIBARREN, Espoz y Mina, el guerrillero, 'Maddd, Aguilar, 11965, págs. 2,75 y 4,2(>, se .puede comprobar la libertad con que Lejeune manejaba igual lo•s pincel.es que la pluma, y el desconcierto y disparates que sembró en varios escritores que le leyeron, (19} Véase Zaragoza en ti/, guerra de Za Independencia, Aportación de datos periodísticos, trabajo publicado por el Seminario de Emancipación Ame, ricana de la Escuela de Estudios Hispano-Amedcanos de Sevilla, en "Guerra de la Independencia. Estudios. nr•, Zaragoza, 1967, págs. 3.39.347_ .En la pág. 343 oímos que Parí-s habla de lo,s frailes que alentaban la resistencia de Zara• goza y fanatizaban al pueblo, y afirma que los frailes ocupaban todos los mandos militares. La patraña quedó descubierta en cuanto apareció. En su Suplemento al papel tituwdo Idea Histórica de los principales sucesos ocurri– dos en Zaragoza durante el último sitfo, recopilados por el P. Capellán del Exército Dr. D. SEBASTIAN HERNANDEZ DE MonEJoN, testigo y casi víctima de aquellOJ gloriosa catástrofe, Valencia, Ferrer de Orga, 11,809, en fas págs.. 3-8 nos da el autor el "Extracto del Boletín XXXIII del Exército Grande Francés en España". El 'Extracto en .su pág. 3 afirma que "todos los •grados de gene• rales, oficiales y ,subalternos eran ocupados por frailes", El autor del Suple, mento, p. ,10, va desmintiendo la ristra de inexactitudes contenidas en el Extracto, y asegura que "no vimos a fraile alguno ejercer el mando". Ejemplar del Suplemento y de la Idea Histórica, en el archivo del Ayuntamiento de Zaragoza. (20) Véa·se P. JuAN DE 'LEGISIMA, Las órdenes religiosas en la guerra. de lOJ Independencia, en •~Archivo Ibero-Americano'' 22. ,(1935) 201. También el célebre FRAY RAFAEL DE VELEZ, Preservativo contra lOJ ji-religión..., 4,ª ed., Madrid, 181,3, págs. 11.1-,112, se entusiasmaba ante los regulares que habían servido a la ,patri.a empuñando la!! armas o dirigiendo guerrillas. Tono apolo, getico se percibe tamlhién en el contemporáneo RAMoN CADENA, Los sitlos de Zaragoza. Zaragoza, 1909, p. 27. Imagina que le preguntan qué hicieron los sacerdotes tanto seculares como regulare•s y alega el caso de algunos legos que "vulcahan como codornices a los mosules", es decir, derribaban franceses,