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·174 P. ANSELMO DE LEGABDA CULTURA Importante era la salud y robustez corporal para el digno ejer– cicio del ministerio y no lo era menos la. preparación intelectual de los sacerdotes. De ella se había preocupado el P. Santander antes de su paso a Zaragoza : temblaba al ver que algunos estaban decididos a ordenarse sin los conocimientos necesarios, aun con bellísimas costumbres 10 • En su Retiro espiritual 11 apunta a las relaciones de los sacer– dotes con los lib~os: «No pretendo que todo sacerdote, por pobre que sea, se ha de formar una copiosa y selecta biblioteca. Conozco la penuria de nuestros tiempos; veo la pobreza de muchos minis– tros del Señor». Pero considera que, para hacerse con ciertos libros fundamentales, no es menester mucho dinero. «Más se necesita para tomar varios libros extranjeros de autores poco católicos, apos– tólicos, romanos, que se difunden demasiado por España y que, por desgracia, debemos recelar se encuentran. en los estantes de algunos pocos sacerdotes». Esos libros de brillante elocuencia com– baten la religión. No deberíamos manejarlos más_ que para refutar– los. «Pero no se tienen para este laudable y santo fin, sino para hacer de literatos, para apadrinar sus doctrinas y censurar con finura y astucia las potestades legítimas eclesiástica y. civil». Los ocultan para esquivar las prohibiciones. En otro lugar de la misma obra 12 pide a los sacerdotes que se abstengan de la pestilente con– gregación de libertinos que caminan con pasos veloces al ateísmo. Lamentaba San Jerónimo que los sacerdotes tuvieran en sus manos a Virgilio en vez del Evangelio. El predicador se aviene a que lean los versos de la Eneida con tal que se abstengan de libros liber– tinos, de Rousseau y sus secuaces. Y _cita una veintena de libros que no deben faltar en la librería del sacerdote. No sé precisar qué libros encontró el P. Santander, como visi– tador, en las casas de los curas aragoneses. No todos osarían com– petir con el rector de Villarejo, Miguel Lario, que en carta del 20 1 º Cf. Cartas familiares, pá,gs. 24-26. 11 Tomo 11, 1802,, págs. 69-71. 12 Tomo II, 1802, pá,g,s. 159, 174, 189 y 318,
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