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OBISPO, CLERO Y PUEBLO DE ZARAGOZA (180~-1808) que, con el costo de los caminos y abandono de su casa, los hace vivir atrasados. No sé si los señores Gobernadores han pensado sobre esto; pero, si lo han hecho, sólo digo que los trabajos del prójimo se llevan con mucha paciencia, y con más los que tienen buena renta. Espero de la bondad y ciencia de V. E. elija medio para aliviar estos pobres eclesiásticos, pues cuanto digo es verdad clara. Dios guarde a V. E. muchos años. B. L. M. de V. E. su más atento y obligado diocesano, Juan Mallada. Sr. Arzobispo de Zaragoza)), El documento pasó de Madrid a Zaragoza, donde los curiales lo tacharon de «anónimo, sobre sínodos)). Según el informe sobre su renta, remitido a la curia· por el cura de Peñasroyas el 12 de abril de 1805 (DDC), constituyen la congrua cuatro cahíces de trigo, medida de Montalbán, y vino. Décimas ('diezmos') menudas: cáñamo, estopa, nueces, ocho arro– bas de nabos «siendo cargo del Vicario hacerlos cavani ; tres pollos cada año y muy pequeños; cctiene también derecho a décima de colmenas, pero no hay colmenero alguno en el pueblo, y a la décima de lechoncitos, pero en la actualidad solamente hay una hembra reservada para cría)); cebada, avena, corderos; un huerto en que se cosecha algo de panizo y judías o sus equivalentes. Con un cielo económico tan fosco es natural que pululen estos años los expedientes de redotación de curatos y lluevan las reales órdenes con la concesión (DLP), así en la capital como en el resto de la diócesis. En menoscabo de los haberes clericales tenían que ceder los recursos a Roma : unas veces llega la facultad para usar peluca por falta de cabellos, falta que repercute en la salud del cura de La Muela en 1805, del de Villar de los Navarros y del de Las Pa– rras de Martín en 1806 (DDC). Este mismo año llega un breve romano en favor de un sacerdote cecuciente de Santo Domingo de Silos, de Dar<?ca (DDC). Para remediar otras dolencias se abrían otros caminos, aunque largos en ocasiones : el cura de Cortes de Navarra, el 7 de agosto de 1805 (DDC) expone a la curia ccque el estado de mi salud me precisa a tomar los baños de Berascuain o de Arcos; prefiriendo estos últimos)>. Imagino que se refería a Belascoain, en Navarra, y a Nuestra Señora de Arcos; en términos de Albalate del Arzobispo,