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6 ANSELMO DE LEGARDA con los mayores hombres de la historia. Vigorosas pinceladas modernas, como se ve, para un excelente retrato del pontífice. Desconozco los motivos que indujeron a Tirso de Molina a elegir al franciscano como protagonista de esa obra escrita ya para setiembre de 1612. El mismo título de la comedia seria un tanto inadecuado si por elección entendiéramos no los momentos de su vida previos al día de ceñir sus sienes con la tiara, sino la coronación misma. Es adecuado si la elección nos remite al episcopado y al cardenalato. Por repetidos pro– nósticos columbramos también a Félix como Sixto V. Aunque el futuro Papa se llama Félix, y ese nombre le dan en la comedia, el personaje se denomina Sixto, como presagio de su destino lejano. Comienza la obra con una escena en que Sixto extrema su piedad filial: saca a su padre, muy viejo, vestido de labrador, y lo sienta en un banco, al sol, para el almuerzo. Andar con su padre a cuestas aprecia Sixto más que una cadena de oro al cuello, más que el toisón, más que el San Miguel de Francia, más que la encomienda de San Juan. Sirven el almuerzo Camila y Sabina, hermanas de Sixto. Son claros los signos de pobreza. Al terminar pregunta el padre, Pereta, si irán a Fermo. Por Sixto nos enteramos de que ésa es su costumbre. Le acompañará Sabina. Llevan sendas jumentas. La de Sixto, cargada de leña. La de Sabina, de alajú, turrón de almendra, arrope, castañas, fruta de Pascua, miel, nueces, ros– cas, mercancía a la que la gente escolaniega acude como tordos. Camila le recomienda a Sixto que no se le olviden las calzas coloradas o de grana, no compradas el día anterior. Antes de partirse Sixto pide la bendición paterna. Pereta se la otorga a su Félix y añade: Ruego al cielo que, pues él mudó el nombre en Israel, lo mudes tú, aunque es locura, en Papa (3, 57a). Las hermanas lo toman a broma y el padre se ratifica en lo dicho. Sixto pregunta a sus hermanas si él no puede ser Papa. Se han ido a Fermo cuando se presenta un pastor en busca de Félix. Los zagales de Montalto andan alborotados: como es la Pascua de Reyes, cada cual, de seso falto, quiere aquella Navidad ser rey. El hijo de Pereta

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