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LO FRANCISCANO EN EL TEATRO DE TIRSO DE MOLINA 41 A la afrenta del bofetón y a sus efectos se ha referido la Nifia. Afiade: Amador quiso llamarse, porque en fe de que me amó, de mi Concepción intacta promete ser defensor... Los éxtasis de María, Antonio, Pablo, Hilarión le suspenden; pero Marta discípulo le eligió que activo a la Iglesia sirva siendo ilustre imitador del alférez de mi Hijo que sus llagas le imprimió (44b). Sigue un diálogo revelador del destino de Beatriz: -¿Quieres tú seguir sus pasos? -Quiero lo que queráis vos. -¿Serás hija de Francisco? -Su esclava, mi Niña, soy. -En Toledo has de fundarme una nueva religión que el nombre y hábito tenga de mi pura Concepción. -¡Venturosa yo mil veces! -Pues vuélvete a tu prisión, que presto, Beatriz querida, saldrá de Sodoma Lot. Toledo te está esperando, que, si en su iglesia mayor bajé a vestir a Ildefonso, de mi honra defensión, en ella quiero que fundes una Orden de tal valor que mi Concepción defienda e ilustre su devoción (44-45). Encúbrese la Niña, y Beatriz, la que llevaba tres días en la clausura de aquella oscuridad atroz, la saluda gozosa: ¡Mil veces alegre cárcel! Volvamos a ella, mi Dios, pues os halla en los trabajos quien en gustos os perdió (45a).