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LO FRANCISCANO EN EL TEATRO DE TIRSO DE MOLINA 29 .En la comedia (99a) se pide al Papa que destituya a Fray Félix: abusa de su oficio castigando con gran .severidad las más mínimas faltas de la Orden. De hecho (p. 50), «como era de natural violento y áspero, su pro– ceder excitó repetidas veces gran enojo», le tildaban de· severo en exceso; y es que su celo hallaba mucho que corregir en los monasterios francis– canos (p. 50); hubo un superior que no cejó en los ataques (p. 51); pade– ció múltiples acometidas envidiosas de parte de sus propios hermanos de hábito (p. 53). Al cargo de Procurador general de los franciscanos (p. 53) siguió el nombramiento de Vicario general de los franciscanos conventua– les (p. 54). Pío V, el 15 de noviembre de 1566, le confiere el obispado de Santa Agueda de los Godos (p. 54), el 17 de mayo de 1570 le otorga la púrpura cardenalicia (p. 55) y el 17 de diciembre de 1571 lo traslada al obispado de Fermo (p. 55). En la comedia sólo se mienta el de Fermo (99b), en la misma escena en que se le da el capelo (100a). De obispo lo llamaban monseñor Montalto (p. 54); y luego cardenal de Montalto (p. 55), como se nota en la comedia (100b). La historia de Sixto V suministraba también a Tirso de Molina otros datos fundamentales que aprovechó para la trama de la comedia. Sixto V amaba de corazón a su hermana Camila, dos años mayor que él (p. 77). A la muerte de su esposo, un sencillo labriego de Montalto, la hizo tras– ladarse a Roma con sus dos hijos, Francisco y María Félix (p. 58). Camila vivió en el palacio situado junto a la iglesia de los Santos Apóstoles.. El hermano comparaba la piedad de Camila con la de Santa Mónica y a su oración atribuía su elevación al pontificado (p. 77). En la comedia suenan amenazas estremecedoras contra Sabina: Marco Antonio está decidido a bafiar las canas de Pereta en la sangre de su hija (97a), el Príncipe de Fabriano supone que aquella villana atrevida debe de estar ya sin vida (103b). La sangre derramada no fue la de Sa– bina sino la de Francisco, el hijo de Camila. Con ocasión del asesinato de su querido sobrino Francisco, en la noche del 16 al 17 de abril de 1581, volvió a sonar en toda la ciudad el nombre del cardenal Montalto: llenó a todos de asombro la fortaleza de alma con que soportó la gran debilidad del anciano Gregorio XIII respecto del poderoso autor del homicidio, el duque de Bracciano 5 • 6 El propio L. PASTOR, o. c., vol. 20, Barcelona, G. Gili, 1935, pág. 417, ofrece más pormenores sobre el crimen, conocido de la mujer de Francisco, casada luego con el asesino.

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