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20 ANSELMO DE LEGARDA ¿por que culpáis su ventura, pues que la naturaleza con mil ejemplos procura igualar a la nobleza muchas veces la hermosura? (98-99) La salida del Papa a escena impide que Ascanio desfogue su ira. Dialogan Pío V y un fraile francisco en presencia de Sixto y Ascanio. -De parte de la Orden, Padre Santo, a vuestra Beatitud pido y suplico a Fray Félix absuelva del oficio, si no quiere que todos nos perdamos. -Pues ¿qué tiene Fray Félix? -Es de modo la gran severidad con que castiga las más mínimas faltas de nuestra Orden, que es imposible se conserve y medre mientras el lego reine. La clemencia tiene en pie las repúblicas y reinos, y el castigo y rigor demasiado destruye las provincias y ciudades. Fuera de que los frailes principales que la Orden claustral de San Francisco honran con sangre ilustre y generosa, sienten, y con razón, que los gobierne un pastor de las grutas de Montalto (99ab). Sorpréndese el Papa de las ínfulas de nobleza e interviene Sixto: Santísimo Pastor, si un desdichado merece, porque el cielo y la fortuna le hizo hijo de unas peñas toscas, que todos le persiguen, yo me precio de hijo de Pereto, un pastor pobre que en Montalto dejó el arado rústico por herencia a sus hijos; y esto sólo quiero ser y no más, pues soy indigno del hábito que traigo y del oficio que vuestra Santidad con él me ha dado. A vuestra Beatitud pido y suplico me absuelva de él y volveré contento a mi sencillo y pobre nacimiento (99b). La contestación de Pío V es confortadora para el perseguido: Más luce, hijo,, la virtud de un hombre cuanto de más humilde y pobre sangre
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