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520 ANSELMO DE LEGARDA Lope de Vega nos ofrece un ramillete de alusiones 171 • Para concluir podríamos expresar nuestro deseo de que siga cumplién– dose aquello de Fray Luis de León: Cual árbol con los años la gloria de Francisco sube y crece 172 • ANSELMO DE LEGARDA 111 Frandsco, adornado de las santas llagas de Dios, BAE 35, 46; largo romance a las llagas, BAE 45, 121-122; Francisco recibe en dote las cinco llagas de Cristo, BAE 35, 121; inserta un soneto ajeno y recuerda al llagado serafín, BAE 38, págs. 152, 278 y 468. En sus obras dramáticas alude una y otra vez a los estigmas: en Los hijos de María del rosario, BAE 158, 379-380, estando en la soledad del monte Alberno Cristo da al alférez sagrado las llagas como armas o quina-s; en El truhán del cielo y loco santo, BAE 187, 386 ss y 391, esboza el episodio de la impresión de las llagas de modo original, aunque el pastorcito podría recordarnos el de Tirso, descenso de Francisco llagado, empalme con las quinas; en El serafín humano, BAE 178, 15 y 61-63, un loco saluda a Francisco como traslado de Dios y poco antes de la impresión de las llagas escuchamos de labios de Francisco una delicada endecha; en San Diego de Alcalá, BAE 186, 145 y 151, hay una alusión al costado herido, aparecen Cristo cru– cificado y San Francisco en dos peñas y se recuerdan las rosas de los pies, costado y manos; en El bobo del colegio, BAE 28, 188, entre los monasterios de Salamanca se recuerda el del santo humilde que dicen que fue de Cristo la estampa; en Peribáñez, BAE 41, 294, el protagonista, junto a las imágenes de la Anunciación y la Asunción, quiere la de San Francisco con sus llagas. 112 En su oda «A Todos los Santos», Obras completas castellanas, BAC 4-5 (1944). 1487. Como es sabido, esos versos son eco de otros dos de la oda de Horacio «Quem virum aut heroa», 1, 12, 45-46: Crescit occulto velut arbor aevo / Fama Marcelli.

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