BCCCAP00000000000000000001008

504 ANSELMO DE LEGARDA En esta capitanía fue pobreza vencedora de la tirana porfía con que el mundo defendía su riqueza engañadora. De la cual pobreza armado San Francisco y proveído, haría su ser llagado al siglo desatinado de él vencido. En Los doce triunfos de los doce Apóstoles 99 , Juan de Padilla canta la pobreza y humildad de la seráfica santa persona. En el cancionero de López de Ubeda 100 se enumeran las gracias con– cedidas a distintos santos: El seráfico santo en gran pobreza nunca curar de cosa transitoria. López Maldonado 101 recalca la humildad, el silencio y la pobreza. En Tirso de Molina rn 2 Enrico parece que, en la orden, más que po– breza ve tacañería: De peña, de roble o risco es al dar su condición: su bolsa hizo profesión en la orden de San Francisco. No suele ser frecuente cierta alusión de Vicente Espinel 1 º' 3 : «Del bienaventurado San Francisco, que fue hijo de un mercader, se dice que alababa mucho la humildad de los perros, deseando imitarlos en esto, por la mucha que tuvo nuestro Maestro y Redentor, Jesucristo». Pobreza y riqueza conviven en la reflexión del P. Granada 10 •: «Por– que muy rico es el pobre que tiene a Dios, como lo era San Francisco; y muy pobre a quien falta Dios, aunque sea Señor del mundo». El mismo rumbo sigue el romance de la pobreza y la riqueza m 5 : 99 NBAE t. 19, Madrid, 1912, p. 380. 1•00 BAE 35, 48. 101 BAE 35, 46. 1,02 El condenado por desconfiado, BAE 5, 187. rns Vida de Marcos de Obregón, CCL 43 (1922) 223. 1•0• Guía, I, 2, 2, BAE 6, 20. 10s BAE 16, 396.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz