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HUELLAS DE S. FRANCISCO EN LA LITERATURA Desde Roma fue a Oriente este luminoso cirio con deseo muy sediente que le diese alguna gente la corona del martirio. Y llegado fue al Soldán y con clara fe perfecta blasfemó de su Alcorán por los errores que están en su secta ... 503 La gran conquista de Ultramar "" nos presenta al «Soldán de Babilonna, que tenía la tierra de Egipto en su poder después de la muerte de su sobrino» y, según noticia intercalada por el continuador de Guillermo de Tiro, nos habla «de los clérigos que fueron al Soldán por le convertin>. Dos clérigos, esto es, San Francisco y su compañero, con licencia del Cardenal Legado, se van a la hueste de Jos moros. Le manifiestan al Soldán que han venido ante él para convertirlo. Los clérigos musulmanes aconsejan al Soldán que haga descabezar a aquellos intrusos. El Soldán desoye los consejos sanguinarios y ofrece riquezas que Francisco y su compañero rechazan. Los hace tornar en salvo al campamento cristiano~ Como en otros textos medievales, no hemos de buscar esa Babilonia en Mesopotamia. Se nos advierte que «Babilonna es cibdad, e el Caire es castiello». Pobreza y humildad En el sembrador de paz brillaban asimismo la pobreza y la humildad. Ya en el Libro de los enxemplos mi ilustraron esa faceta del santo: que en su corazón era una mina de amor a los pobres de parte de Dios, que, de acuerdo con el Evangelio, propuso darse a quien se lo pidiese por amor de Dios. Al despido de un pobre mientras estaba ocupado, sigue la firme promesa ante Dios de no repetirlo 07 • Ambrosio de Montesino º" con sus coplas en honor de San Francisco quiere probar que este perfecto caudillo vence al mundo, carne y Satanás: n., Libro IV, capítulos 253 y 326, BAE 44, 602 y 626-627. U,H Número LXIII, BAE 51, 463. 87 En el texto hay que mantener el «envió» que constaba en el original. t,s BAE 35, 431.

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