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HUELLAS DE S. FRANCISCO EN LA LITERATURA 499 Azotan a Jesucristo, se azota a Francisco. Jesús coronado de espinas, Francisco revolcado en. la zarza. Cinco llagas en Cristo y en Francisco. Hasta otro Tomás curioso tuvo, que incrédulo toque la herida de su costado, a cuyo cruel informe, uh éxtasis doloroso le dejó a Francisco inmóvil... Los hijos, pues, de este humilde portento de perfecciones, con el fruto de su ejemplo son mis contrarios mayores... Los remendados mendigos la bandera no enarbolen de aquel que, por su valiente humildad, mereció el nombre de gran alférez de Cristo, y que aquella silla goce que perdí, cuando intentaron mis soberbias presunciones fijarla en el solio trino poniendo en arma su corte... Porque la regla que guardan, como sabes, estos hombres, es la apostólica vida, y no por inspiraciones solamente institutida, porque Dios mismo esta. orden dictó a boca, que Francisco fue su secretario entonces... Por el mismo estilo, Lope de Vega, en El serafín humano, repetidas veces hace el parangón entre Cristo y Francisco. Nieve Lope de Vega 81 1, tras la tentación de la Carne, presenta a Francisco decidido a modelar con la nieve la figura de su esposa y de sus hijos e hijas. En el mismo Lope 90 dice San Francisco: De entre las zarzas y nieve vengo a vuestro tribunal. 89 El Serafín humano, BAE 178, 39. 0-0 Los hijos de María del Rosario, BAE 158, 379.

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