BCCCAP00000000000000000001008

498 ANSELMO DE LEGARDA retrato de aquel humilde y seráfico portento que en el palacio de Dios ocupa el asiento de nuestro soberbio príncipe Lucifer». El asiento perdido por Lucifer merece un recuerdo en Luis Zapata 86 • Las Coplas en loor del bienaventurado San Francisco 87 comienzan así: La gran silla que perdió el Angel por culpa ciega, con mayor gloria se os dio, pues su soberbia no llega do vuestra humildad llegó. Y ésta fue en vos tan subida que a ser, Francisco, partida por todos los que cayeron, la soberbia que tuvieron, fuera de humildad vencida. Conformidades Al encarecimiento de San Francisco podía llegarse por el camino de la antítesis de Luzbel y mostrando al pobre de Asís como trasunto de Jesucristo, como lo habían soñado ya siglos antes. Luis de Belmonte Ber– múdez 88 pone en boca del propio Luzbel un largo parlamento en elogio de aquel, por menor, más grande, de aquel más rico por pobre, de aquel retrato de Dios humanado, tan conforme que, si en un pesebre Cristo nació, Francisco, por orden también divina, un pesebre para oriente suyo escoge. Si tuvo, como maestro, doce discípulos, doce fueron los que de Francisco siguieron también el norte. Si el uno murió suspenso de un árbol, no hay quien ignore que otro de los de Francisco murió pendiente de un roble... s16 Miscelánea, en «Memorial Histórico Español» 11, 257. 87 Colección de autos, farsas y coloquios del siglo XVI, publié par Léo Rouanet, Barcelona-Madrid, 1901, t. I, p. 90. 8s El diablo predicador ..., BAE 45, 327-328.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz