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32 P. ANSELMO DE LEGARDA dominico (DDC); Fr. José Ferreruela y Leoz, capuchino, primero regente de Luco, llevado a Zaragoza por los franceses antes del 7 de marzo d,e 1810 (DDC); Fr. Juan Oliete ; Fr. Sebastián Palla– rés; Fr. Agustín, Alcaine, agustino calzado; Fr. Francisco Gar– cía; Fr. Manuel Zarazaga, franciscano, en la vicaría curada de Cas– tejón de Tornos desde el 18 de julio de 1810 (DCR), el 6 de julio de 1813 (DAC) se le previene que, ,según la circular del 16 de ju– nio, los curas intrusos no pueden celebrar pasados ocho días en las iglesias en que fueron instituidos; Fr. Pablo Ordobás, fran– ciscano, de Pina, en la vicaría curada de Leciñena desde el 6 de agosto de 1812 (DCR); Fr. Eugenio Pablo, agustino recoleto, de Borja, en la vicaría curada de Pozuelo el 27 de julio de 1812 (DCR); Fr. Juan Sariñena primero fue ocho días regent•e en Cuar– te (DAM); Fr. Félix Abad; Fr. Joaquín Peinado; Fr. Eugenio Bona fue primero regente de Cosuenda desde el 17· de noviembre de 1809, franciscano (DDC); Fr. Sebastián, Eroles, del Carmen de Huesca, regente interino de El Burgo desde el 9 de junio de 1810 hasta el 14 de noviembre del mismo, en que, por oposición, recibió letras de colación del Auxiliar (DAM); Fr. Vicente Fuentes; Fr. Agustín Fandós; Fr. Victorián Moreno, capuchino, de Valjunque– ra, vicario del lugar de Mas de Labrador (DAM); Fr. Bernardo Belmonte; Fr. Tomás Lostal, agustino, de La Puebla de Híjar, en la coadjutoría curada de Tauste desde el 12 de rebrero de 1812; Fr. Joaquín Tello; Fr. Manuel Solsona; Fr. Vicente Lugea, rector de Cerveruela, carmelita descalzo ; Fr. José Lorenzo, agustino cal– zado, de Zaragoza, propuesto para la vicaría curada d,e Torrecilla de Alcañiz el 27 de julio de 1812 (DCR); Fr. Manuel o Miguel o alcalde y el cura capuchino "fueron muertos a sablazos y colgados en la torre de dicho lugar con las cu,erdas de las campanas, dejando la orden de que nadie lós tocase. Pero luego ·dispuso el general París que se les diese ecle– siástica sepultura".· Espoz y Mina quedó tan resquemado por el contratiempo· de Robres que incluso atribuyó la derrota a traición del guerrillero aragonés José Tris, el "Malearan", a quien después ta,mbién quitó la vida.• A los de Leciñena los consideró traidores el ·derrotado. Pero la sorpresa de Robres, nos dice Iribarren en la página 448, siguiendo testimonios antiguos, obedeció al acaso, no a la traición. A las cuerdas de las campanas, mentadas por Ca• samayor, se refirió también el alemán Roberto M. Felder, ayudante en esa época del -ierrible guerrillero navarro. Lo cita Iribarren, p. 445.