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LOS EXCLAUSTRADOS ARAGONESES DE 1809 29' ragoza y Huesca. El Auxiliar tenía plena jurisdicción eclesiástica en el arzobispado de Zaragoza, comunicada de nuevo por el legíti– mo y único Arzobispo de aquella diócesis. Colocaba a los curas según su mér;to, después de un concurso público, conforme a las - reglas canónicas. ¿Cómo, pues, podrían ser intrusos? Y si lo fue– ron, ¿cómo· la Real Cámara de Castilla, ni la Sagrada Congrega– ción de Roma les dieron esa censura, habiéndose llevado el pro– ceso a ambos sup11emos tribunales? Ni en uno ni en otr.o se ha resuelto el proceso definitivamente"... De la admisión de los regulares exclaustradqs a esos concursos le oíamos gloriarse al Auxffar al comienzo de este trabajo. Para Faustino Casamayor tampoco pasó inadvertido aquel hecho, pues el 27 de noviembre de 1809 (CAP) escribía : "Se pusieron edictos por el Ilmo. Sr. Obispo Gobernador eclesiástico D. Fr. Miguel de San~ tander para la provisión de los curatos vacantes en este Arzobis– pado con ,el término de treh¡ta días, med:ante concurso y examen sinodal, admitiendo a dicho ejercicio a todos los regulares que se hallasen con la idoneidad y circunstancias necesarias, siendo el nú– mero de los curatos vacántes. el de cuarenta y nueve ; cuyo con– curso fo,e después el que tanto dio que hablar y que sentir hasta tener que acudir a Roma sobre si fue legítimamente congregado por S. l. por hallarse el Excmo. Sr. Arzobispo D. Ramón José de Arce actualmente en París con el rey José Napoleón". De más está d,ecir que Casamayor aquí, como en otros lugares, ant:cipa hechos ocurridos año-s después. CONFLICTO Parte del conflicto conocemos por un áspero decreto dado en Zaragoza siete años más tarde, en 1816 ( 43). El decreto se dio. en. (43) Por esas fechas soplaban recios vientós absolutistas y eso explica en parte no sólo el tono destemplado del decreto, sino incluso el olvido o menosprecio del Arzobispo ausente. No hablemos del Obispo auxiliar, P • .San• tander, que ·había salido de Zaragoza camino del exilio el 3 de julio de 1813. El Arzobispo, don Ramón José de Arce, aunque ausente,· seguía preocupándose por su diócesis, con sorpresa o escándalo de algunos. El futuro obispo abso– lutista de Málaga, Fray Manuel MA.RTINEZ, Nuevo, documentos para continuar

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