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' 20 · P; :ANSEI,MO.0-B Ll!GA!U>A Aun, antes de la extinción, el 4 de mayo de 1809 (DDC) el dominico de obediencia Felipe Martínez, para mantenerse, soli– cita una plaza de nuncio vacante en la curia zaragozana. Y parece que se la conceden. Otro dominico de obediencia, Lorenzo Ramón, hombre expedito y de toda confianza, en setiembre de 1810 (LGA), con las caballerías y carros de los extinguidos conventos de Hues– ca y de Santo Domingo de Ayerbe, se dedica al acarreo de granos de los Bienes Nacionales, con la asignación de diez reales vellón diarios durante su comisión.. A varios hermanos capuchinos los hallamos al servicio de la cocina del hospital de Zaragoza. Otros, de la misma orden, figuran en Huesca el 22 de octubre de 1812 (DDC) : Jorge ·Cortés, natural de Villastar, anda al servicio del seminario y ,su porte es muy decente; Silvestre Capux, natural de Robres, hace de limosnero de las capuchinas, y su porte es edi. ficante. Desde Alcañi~ el 9 de enero de 1812 (LGA) Agustín Za– vay informaba al Director de Bi.enes Nacionales en Zaragoza de que los legos capuchinos Pedro Alvaro, de Alhalate, y Joaquín Dulce, de fuera, habían arrendado al ayuntamiento de la villa, por un año, por cincuenta libras jaquesas, la huerta del extingu1do convento de capuchinos de Albalate. Entiende el informante que la huerta puede producir más al real erario. Los regidores de Enci– nacorha, según informe del 20 de agosto de 1813 (DAM), habían dado la sacristanía al lego capuchino Pedro López. Hubo algunas voces destempladas, anónimas en su mayor par– te, que se alzaron contra los exclaustrados. Calixto Lasala, nombre bajo el que se ocultaba José Pla, confidente de la Junta Superior de Aragón, el 5 de setiembre de 18,10 (DPI), lamentaba la situación de Zaragoza : "Se aumentan los soplones y los que más rayan son los exfrailes"... Un anónimo fechado en Híjar el 5 de agosto de 1810 (DDC) acusaba a cinco frailes de dedicarse al juego. La curia expide una orden severa al párroco de Híjar y le exige in– formes, así como a los de Magallón, Calanda y Albalate. Las res– puestas son de octubre de ese mismo año (DDC) : el de Albalate certifica que los veintisiete exregulares residentes en la villa obser– van una conducta exterior tranquila y qtie no ·tiene fundamento la acusación de los naipes; el de La Puebla de Híjar rebate las acu– saciones del anónimo y añade que lo más que pueden jugarse es la peseta de la caridad de la misa el día que la logran; en las