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LOS EXCLAUSTRADÓS ARAGONESES DE l8CJ9 15 párroco de Bárboles y Oitura. El 27 de febrero de 1810 (DDC) el ayuntamiento de Tornos pide al capuchino Pablo Rubio, residente en Castejón de Tornos, como ayudante del cura. Al mes le ex– tienden las licencias. El ayuntamiento basaba su petición en 'que había "llegado a nuestra noticia que V. S. l., sin embargo de la suspensión general de los exregulares, a petición de los Curas y Justicias, concedía a los suspensos licencias de confesar y predicar en los pueblos que· lo solicitaban". La solicitud municipal de Tor– nos llegaba a la curia con el refrendo del oficial eclesiástico de Da– roca con las circunstancias que recomendaban al ,sujeto, quien "a más de haber sido en su r.eligión de una edificante vida y con– servar esta opinión en el siglo, ha ejercido por espacio de treinta años el ministerio de misionero : tres por la diócesis de Teruel, a instancias del Ilmo. Sr. Obispo actual; dos en la de Sigüenza, y los restantes en el obispado de Tarazona y en este Arzobispado". Mientras se extendían licencias de confesar y predicar, a la curia debieron de llegar quejas de que el ejercicio no era parale– lo a la concesión. Por eso, según sendas copias remitidas posterior– mente (DAM) por las parroquias de Fuendetodos y de Martín del Río, el 10 de marzo de '1811 el P. Santander, Obispo Gobernador, había enviado una circular para poner coto al abuso. En la orden apelaba primero a las obligaciones del sacerdocio, que exigen la integridad de su cumplimiento en bien de los fieles. De ahí que se hubiese fra-nqueado en la concesión de licencias para confesar y predicar. "Pero con sumo sentimiento nuestro habemos llegado a entender que varios ministros de toda clase, autori~ados para el ejercicio de tan altos ministerios, han procedido y obran con re– tracción y acaso abandono de su cargo, especialmente en la aplica– ción al confesonario, dedicándose tan sólo al ministerio de pre– dicar, con la nota y señalamiento que se hace manifiesto, y ocaslo– nando las consecuencias que deben ser tan sensibles a los verdade– ros católicos". El remedio se ponía con una disposición muy con– creta : "Mandamos a todos y cada uno de los curas párrocos ..o re– gentes de esta diócesis procedan desde luego a designar en su res– pectiva· parroquia dos horas de asistencia al <:OtdesonariQ tQdos los días festivos y solemnes del año,. según las estaciones, a los minis– tros que obtienen las <:orrespondientes licencias nuestras, prefi• jando, según su iuúmero y las circunstancias, el competente alter-

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