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10 P. ANSELMO DE LEGARDA (14). Con el pasquín aparecido una noche, "en Madrid se han qui– tado los escolapios y, si aquí no se hace otro tanto, presto empezará el fandango", creían los franceses que el pueblo de Zaragoza pedía también su supresión y estaban a punto de complacer al pueblo. Los buenos oficios del propio Segura y del Obispo auxiliar en defensa de los escolapios, conjuraron el peligro inminente. Según el mismo Segura, a sus diligencias y a las del .Auxiliar se debió la conservación de los paúles de Barbastro ( 15). Además se conserva (DDC) una larga exposición del 23 de junio de 1810 con la cual el Obispo auxiliar de Zaragoza apoya que el semina– rio eclesiástico de San Vicente de Paúl, de Barbastro, quede exento del decreto de supresión de conventos y del secuestro de bienes. Luego el intendente Luis Menche le otorga su favor estribando en ese informe del P. Santander. DISPERSION Escolapios y paúles fueron excepcion por estas tierras arago– nesas. A la inmema mayoría de los religiosos el real decreto del 18 de agosto de 1809 los arrancó de sus conventos y los dispersó por sus pueblos. Los pueblos levíticos vieron entonces reunidos a todos o buena parte de los hijos que habían ofrecido al Señor. Hubo pueblos con una espléndida floración. El 20 de octubre de 1810 (DDC) en la parroquia de Alhalate residen cuatro exre– gulares con licencias de celebrar, confesar y predicar ; y veintitrés más con solas las de celebrar. El párroco de Epila el 14 de enero de 1811 (DDC) solicita de la curia cuatro o seis cálices para los cuarenta rncerdotes que viven en el pueblo. En Calanda el 1 de marzo de 1810 (DDC) figuran un bernardo, dos del Carmen, cua– tro agust:nos, seis carmelitas descalzos y once capuchinos. En Hí– jar el 17 de setiembre de 1811 (DDC) cuentan con un mercedario, tres agustinos y seis franciscanos. (14) Carta del Dr. D. Ramón Segura a los señores Curas del Arzobispado de Zaragoza, Bañeres, 1819, pp. 62,-64. (15) Lo corrobora documentalmente el P. SANTANDER en sus Apuntaciones, pp. 101-102.