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184 ANSELMO DE LEGARDA romano. Acaba insinuando la conveniencia de una visita anual "con visura y aprobación de sus cuentas". Caspe.- Ya antes de la llegada del P. Santander a Zaragoza, el hombre de confianza de la curia ante las capuchinas de Caspe es el mencionado don Ramón Segura, rector de Valdealgorfa. El va recibiendo (DDC) en distintas fechas comisiones para explora– ción de voluntad de novicias, para presidir la elección o reelección de abadesa y aun para visitarlas canónicamente. Hay luego (DDC) varios testimonios de la paternal acogida que en todo momento hallaron esas capuchinas en el capuchino P. Santander. Alcañiz.- Con sus desvelos por las religiosas el P. Santander seguía las huellas de su amigo el hoy Beato Diego José de Cádiz a su paso por Aragón en 1786-87. De él le hablaron sin duda al Vi– sitador· durante la larga visita a Alcañiz, del 8 al 18 de octubre de f 1803. ~l 5 de febrero del año siguiente, desde Alcañiz, el canónigo penitenciario, Gregorio Franco, dice (DDC) de Sor Manuela de Arce, del convento de San Gregorio, "que la religiosa consabida tendrá como unos treinta años de edad, y viste el santo hábito des– dé niña; es de carácter religioso tal que mereció del P. Cádiz un elogio y recomendación pública a presencia de varias religiosas y religiosos". Las Cuevas.- El paso del Auxiliar por las Cuevas de Cañart dejó recuerdo imborrable. Ya el año anterior a la visita pastora], el rector de Aroza, Ramón Crespo, en carta del 9 de junio de 1804 (DDC) suministraba a la curia copiosos informes sobre las monjas concepcionistas franciscanas de aquel convento. El arzobispo don Agustín de Lezo y Palomeque, en su visita de 1785, las había ex– hortado a vivir muy hermanadas. En vísperas de la visita del P. Santander merecía elogios la observancia de la comunidad con sus maitines a media noche tres veces por semana, excepto de noviem– bre a marzo, rezo· del oficio entero en el coro y, por devoción, el oficio parvo. Además de dos horas de oración todos los días y otros ejerc1c10s, tienen cuatro comuniones a la semana. Las atienden es– piritualmente los religiosos servitas del mismo lugar. El 30 de mayo de 1805 el Auxiliar hace su personal visita (DVP) en ese "convento de religiosas descalzas de la Purísima Con– cepción". En la iglesia halla todo con la debida propiedad y de-