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AZARES DE LAS MONJAS DE ARAGON 207 sistit allí con la comodidad posible y seguir los actos de comuni– 'dad. Luego envié a Fabara a mi coadjutor para que las previniese de todo y aun del camino que habían de seguir .para preservarse.de encuentros y tropiezos. No llegó a verificarse, porque habían par– tido ya para Villalba, y de allí se trasladaron a Tortosa". No ha– brían faltado sobresaltos en el traslado a Tortosa, pero su estancia allí fue más apurada todavía. La Junta Superior de Aragón (JSA) en su acta de Ruhielos del 21 de octubre de 1809 hace constar la ·carta de las capuchinas de Caspe, residentes en Tortosa: exponen sus trabajos y tribulaciones; piden alivio; deploran que al único donado hábil se le haya llamado a filas. l\Iás adelante es el Obispo de Tortosa quien intercede por el1as y suplica no les prive la Jun– ta de ese donado (43). Un buen número de ellas va tornando a Caspe y el 12 de junio de 1810 (DDC) sor María Ignacia Moles es– cribe al Obispo auxiliar. Informa de que recibió la de S.I. dell' de mayo y el decreto del 29 del mismo, y ha dado aviso a las religiosas ausentes. Manifiesta que, "aunque no han venido, las quince o ·dieciséis estamos prontas para hacer la elección como V.S.I. manda;'. Alcañiz.- En estos años la primera noticia de las doJllinicas de la ciudad de Alcañiz se refiere a su priora, sor Polonia Maga– llón : el 2 de mayo de 1810 (DJF), y en Torrecilla, jura fidelidad y obediencia al Rey, a la Constitución y a las Leyes ; .y el .mismo día (DDC) y en el mismo lugar, firma un "reconozco la jurisdic– ción del Diocesano y prometo obedecerlo como verdadero supe– rior". La misma sor Polonia, desde Alcañiz el 3 de setiembre de 1810 (DDC), remite su informe al Obispo auxiliar: están congre– gadas ya .cuatro; hay seis en Valencia que quieren venir:; dos hi– jas de Alcañiz residen en Torre del Compte y se niegan a encerrarse en el convento. El 5 de setiembre de 1810 (DDC) el Auxiliar, por m•edio del cura de Torre del Compte, hace saber a esas dos reli– .giosas que, según órdenes del Gobierno y el llamamiento de su superiora, deben volver al convento. Ellas inmediatamente, en un ,escrito sin focha (DDC), replican que el decreto de S.M., que luego t•rascribiremos, deja en libertad a las monjas si quieren estar c,on srts 'padres o en .casas honradas; .y ellas, las dos, prefieren contí- (43) Las noticias se hallan en los folios 196 y .2<5,,t (JSA).