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202 ANSELMO DE LEGARDA del Auxiliar a Suchet. Y el 6 de noviembre se. resuelve el asunto favorablemente (39). Benabairre.- Las religiosas dominicas de Benabarre habían eéhado por otro camino, según refiere el propio Larruy de Puicon– tor en su carta del 3 de agosto de 1810 (DDC). Les habían secues– trado los bienes por haberse trasladado a Cataluña, mal guiadas por su confesor y procurador. Benabarre era patria de Larruy. De ahí el interés : "Aunque no tengo mérito para con V .E. ~le escribía al P. Santander-, le ruego con todo mi corazón toda pro– tección en lo. posible ya para dichas religiosas y ya porque fue la fundadora sor Martina de los Angeles, natural de Villamayor, y heroica en virtudes y milagros; y está su santo cuerpo en el con– ven,to de mi patria". DIOCESANAS L~s religiosas de la diócesis de Zaragoza podían alegar ante el p; Santander, además de los tristes motivos de las extradic't~itt,r varios más, privativos de ellas, como el estar particularmente en– comendadas desde antiguo a su custodia paternal y la confianza que les había inspirado al tiempo de la visita pastoral, sin contar el tra– to epistolar mantenido con ellas en los años anteriores. Esbocemos .el cuadro de su nueva situación en estos años calamitosos. Trasobares.- Por una serie de documentos (DDC), vemos que en el real monasterio de religiosas cistercienses de la villa de Tra– sobares continúa la vida regular, aunque con angustias, en 1811: en otoño se les pone frenética una pobre religiosa ; se les cae al río un buen trozo de la tapia; tienen que presentar sus descargos ante el P. Santander de los cargos acumulados contra ellas por su 2. antiguo confesor cisterciense, Patricio Ramíref, reeentido porq:u,:e no le admitían. Tauste.- El 8 de junio de 1810 (DDC), desde el convento 'de (,39) No era la vez primera que las clarisa,s de Monzó~ pasaban días de ~ngustia, V~ase el libro de M. T. OLIVEROS DE CASTRO, Hisioria de M~hzón, Zara.goza, 1964, págs. 47.2;474,

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