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AZARES DE LAS MONJAS DE ARAGON 199 Santander por su Gobernador eclesiástico, Lorenzo López, el 26 de julio de 1810 (DDC). Lo enviaba en cumplimiento del decreto firmado en Madrid el 3 de junio de 1810 por .el conde de Montar– có, ministro interino de Negocios Eclesiásticos. El decreto pedía un plari · circunstanciado de los conventos de religiosas de cada dióce– sis. En la de Huesca figuran dos fuera de la capital y seis ert ella. Las cistercienses de C~has son veinte y hacen vida común, aunque ,5.í se les permite tener ropa propia y muebles. Las carmelitas calza- das de Sariñena son doce y no hacen vida común (33). En la ciu- dad de Huesca las de Santa Clara son veinte y hacen vida co– mun (34). Las capuchinas son veinticuatro, más siete de Zaragoza, del extinguido convento, y hacen vida común (35). Las de Santa (3,3) Habrían estrechado la observancia el año ,siguiente. Se conserva un oficio dirigido al P. Santander por el Vicario general y Gobernador de Hues• ca, Mariano Ciria y ,Beteta, desde Hue,sca el '8 de octubre de 11811 (DDC). In– cluye una carta .del rector de 1 Lierta, Vicente Cahrero, que está dirigiendo los eJercicios espirituale& a las monjas de Sariñ,ena. Escribe: "Ha habi,do todo,s los días dos ,plática,s para las que me he valido casi ,en todo, de fas del Sr, Obispo que tiene impresas para religiosas, y, en ,cuanto ha sido ,posible, no,s hemos arreglado al método que prescribe". Subraya el rector de Lie!rta que aquellas religio,sas van ,cediendo en ,su aver,sión a dedicarse a la enseñanza. (,34) Por carta po,sterior dirigida el 5 de agosto de 1812 (DCC) al P. Santander, obispo de Huesca, •Conocemo,s ,pormenores de ese convento de San• ta Clara,. Firman la carta la abadesa, ,sor Juana Lat•re, y la ~icaria, sor María Teresa Rubio. Manifiestan que está ya enteramente arreglada la clausura de aque– lla casa y se hallan en pacífica :po,s,esión de su huerta. Pero han llegado a ese estado con grandes deudas. ·Consultan al Obispo ,sobre el modo o modos de salir .del atolladero y piden las licenciaiS pertinentes, confiada,s "siempre en .el an:ior qu\l le han manifostado e interés que toma en todos sus ,a,suntos'.'. (,3,5) También las ,capuchinas o,scenses habían abandona,qo el convento t~mPo~~lmente. El canónigo de Hue,s,ca, José Pons, para obtener la reposición en su canonjía el 6 de junio de 1810, (DDC) tuvo que exponer lo,i, motivo,s de cierta ausencia y dijo que, como encar·gado de la dirección de fas madres ca– puchinas, "en el 5 de febrero d,e 18iQ9, con expresa orden y licencia del Obispo de,. aquella ·,dióce,sis, salió· ,de la ciuda,d para acompañar a las religiosa,s y colo– carlas en el •santuario de Nuestra Señora del Viñero, distante tres leguas de fo: mi!sma". L .. MuR VENTURA, Efemérides oscenses, Huesca, 1928, págs. 43 y 1.54, entre varias noticia,s ,sobre las capuchinas, puntualiza que la ,salida ocurrió al a•cercars,e las tropas del general Mortier, y el regreso al convento el 6 de ma– yo del .inisn10 .año. Según vimos ya, al tratar de los exclaustrados, en octubre de 1,812 ·seguía haciendo. ,de limo,snero de estas religiosa,s el he,rmano capuchino Silvestre Capux, natural de Robr,es, con porte edificante.
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