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AZARES DE LAS MONJAS DE ARAGON 193 braron desasosiego y coraje. Faustino Casamayor, en su obra im– presa (22), señala el fovantamiento de Zaragoza el 24 de mayo de 1808 y luego, día tras día, nos trasmite el parte. El mismo Casa– mayor en la descripción paralela de su obra manuscrita (CAP) nos ofrece también acontecimientos que precedieron a los Sitios, donde no faltan la angustia y .espanto de las religiosas, como veremos. Comenzaron y acabaron los dos meses del primer sitio y el 16 de agosto de 1808, es decir, dos días después de aquel en que "ama– necimos libres de franceses", según Casamayor, don Pedro Valero circuló un documento importante (DPI) : "El Gobernador eclesiás– ticoal. Clero secular de la Ciudad de Zaragoza. =El Señor, por sus juicios incomprensibles, ha permitido llegar a las puertas de esta ciudad fiel y valerosa a los enemigos de s~ Religión Santa y de todo el género humano. Afligidos con su presencia y noticia de sus crueldades, Dios ha vuelto por su causa y dado valor y esfuerzo a sus fieles para aterrados y destruirlos a los pies de su Madre Santísima. La espada vengadora ha destruido su mayor parte, las enfermedades han disminuido su número y las reliquias miserables del ejército más destructor y orgulloso han huido vergonzosamen– te, manifestando que son vanos todos sus esfuerzos contra el Dios Omnipotente. Al huir han dejado vestigios indelebles de su irre– ligión en los lugares que han ocupado : El Augusto Sacramento, echado por tierra ; los ministros del altar, asesinados a nuestra vista ; los vasos sagrados, deshechos y robados ; las imágenes san– tas, especialmente las de nuestra Madre del Pilar, acuchilladas, deshechas o quemadas ; incendiadas las iglesias y .monasterios; en fi.n, todo lo más sagrado y más santo es un objeto de desprecio y de ira para nuestro cruel .enemigo que no cesa de injuriar y agra– viar al Dios de los ejércitos, que, si bien le ha confundido, exige de nosotros que le desagraviemos rectifican:do nuestras acciones pa– ra que el pueblo, a nuestro ejemplo, sea en todo fiel y religioso. Debemos a más manifestar nuestro agradecimiento con oraciones públicas y fervorosas, excitando y avivando la devoción al Augusto Sacramento tan ofendido como injuriadó" ... Acaba mandando que se celebren la solemnidad d.el Corpus que no pudo celebrarse en su (.2.2) Los Sitios de Zaragoza . , Zaragoza, 1908, pág. U.