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192 ANSELMO DE LEGARDA do en Bayona el 6 de mayo de 1808, precede copia de la carta del mismo día, enderezada a su padre, Carlos, con la renuncia a la Corona. Aparece también otra carta del mismo Fernando a Napo– león, firmada el 5 de mayo : con ella le remite copia de la carta enderezada a su padre con la abdicación a la Corona de España. Como se ve, por cauces eclesiásticos van difundiéndose noticias desconcertantes. Es de creer que los encargados de trasmitir a las religiosas la petición de oraciones y rogativas se habrían esmerado en pintar con negros colores el nubarrón que se cernía amenazador. El P. Santander (20) recuerda las relaciones mantenidas en aquel crítico momento con su Arzobispo : "Nunca estuve más bien hallado en su corazón; me escribía de Toledo con frecuencia, y decía que mis cartas eran su único consuelo. j Ojalá conservara copia de ellas y del plan que le había trazado para hacer mucho bien en la diócesis! Tal vez miraría la España aquellas cartas co– mo modelos de la caridad y firmeza sacerdotal". En su marcha se queda el Auxiliar en casa del cura de Paniza, "esperando que el único familiar que tenía, me trajese mi caballo y calesín, que era todo mi equipaje. No tardó en llegar, como se lo tenía encargado, y salí inmediatamente de Paniza para los luga– res de la tierra baja, escogiendo con efecto aquellos que eran más pobres, más montañosos y apartados de la capital. En ellos gustosa– mente predicaba, administraba el santo sacramento de la confirma– ción y ordenaba a los clérigos que me dirigía el Gobernador ecle– siástico residente en Zaragoza" (21). El itinerario desde Paniza y la fecha aproximada conocemos por una carta de Antonio Martínez (DDC) que desde Albalate es– cribe al secretario de la curia el 6 de mayo de 1808: "El Sr. Obis– po pasó estos días en silla volante por Belchite, Vinacey, Samper, a parar a casa de su amigo el rector de Valdealgorfa". Por lo que hace a las órdenes, en las generales de la Trinidad de 1808, los días 10 y 11 de junio, las confiere a cinco regulares en la iglesia de las monjas de Santa Clara de Valdealgorfa (DRO). Aquel mes de mayo las noticias difundidas sobre los graves in– cidentes de Madrid, lejos de impulsar al escarmiento y calma, sem- (.20) Apuntaciones, págs. 189 y 76. (21) Apuntaciones, pág. 191.
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