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188 ANSELMO DE LEGARDA mente llamado de la Enseñanza" figuran veinte madres y ocho hermanas. En el archivo diocesano de Zaragoza se conserva un manus.– crito rotulado "Libro de Elecciones : 1770-1832". Todas ellas se re– fieren al colegio de las Vírgenes. Las colegialas con voto son once en 1785, doce en 1787, catorce _en 1801, siete en 1817. En varias ac– tas de elección figuran los nombres de todas las votantes. Sobre las clarisas de Santa Catalina hay un trabajo reciente (13). En la última decena de setiembre de 1805, Casamayor (CAP) describe las fiestas y demostraciones de regocijo en las capuchinas de Zaragoza. Celebraban la beatificación de Verónica Giuliani o de Julianis. Fue un triduo en cuyo primer día predicó el P. San– tander (14). El segundo día asistía también el Auxiliar y hacía de preste un canónigo : el epistolero y el evangelista prescindieron del Obispo a la hora de pedir la bendición; y el predicador, don Ra– món Segura, prescindió del preste y se la pidió al Obispo (15). Acabamos estos recuerdos de los días de paz con la referencia a un conflicto trivial, en apariencia, pero expresivo de situaciones similares en casas religiosas, cuando, al paso de los años, padecen el asalto de usos extraconventuales, considerados al principio abu– sos en el convento, hasta que al poco tiempo logran carta de natura– leza, aun con cierta sorpresa o escándalo de los más observantes. El obispo capuchino P. Santander recibe (DDC) dos cartas de las capuchinas de Zaragoza: una, del 5 de julio de 1807, firman la abadesa y dos religiosas ; la otra, del mismo mes, con un espacio en blanco destinado a la fecha, firma la abadesa sola. (13) J. ALBAREDA PrAZUELO, Orígenes y vicisitude'> del convento de Santa Catalina, en la ,revista "Zaragoza" 18 (1963) 57-63. He hojeado también el libro del franciscano J. GrNTO, Vicla prodigios(] y feUcísima muerte de la Madre Sor Maria, de la Orden de Santa Clara... , Zaragoza, 1660. De e,se convento habían ,salido para fundar o reformar otros diez. (14) Entre las obras del Obispo auxiliar, en el t. II de Doctrina:s y ser– mones para misión , 4.ª edición, Madrid, Dávila, 1813, págs. 445:463, puede leerse ese "Sermón de la Beata Verónica de Juliani". (15) No vamos a ,relatar aquí las repercusiones de esos hechos. Las re– gi,stró ya Casamayor (CAP) en esas fechas. Con más predsión ~onstan en las actas del Cabildo (ACZ). Hay además en ese mismo archivo .un volumen _m11- nus,crito de "Cartas del Cabildo 1797-1805". Algunas de ellas son del Arzobis– po que intervino en el asunto.