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F. de Mendoza.-EL ORNATO ARQUITECTÓNICO DE EsTÍBALIZ 25 vera. Recuérdese que empezando entonces el año en 25 de Marzo, debía romper fila la primavera. Pero el artífice dispone las cosas de otro modo, agrupando las dos estaciones análogas y colocando en contraste junto al verano, a quien ha despojado de toda ropa, el invierno, medianamente provisto de ella. Tiempo el invierno de trabajo íntimo, de reflexión, propio del hombre previsor, que me– diante la actividad del espíritu y el ejercicio orgánico subsiguiente llena las necesidades internas y externas. Tiempo de brumas y de nieve, tristón, cuando la naturaleza parece acercarse a la muerte. Las épocas de mayor actividad corporal parecen aquí verano y primavera, de urgentes ocupaciones. y días largos. La primavera estació11 relativamente fría, se abriga menos que el lluvioso otoño. Es .de temer que, a pesar del ejercicio muscular, estos hombres ad– quieran una pulmonía: Estíbaliz no es Alicante. Confía sin duda el padre de estas criaturas en el vigor del jovenzuelo y del varón fuerte (primavera y verano), en la sagacidad y previsión de los de edad madura. ¿Por qué un muchacho es aquí emblema de la pri– mavera? Porque tal era el uso antiguó. Porque en latín es neutro el nombre que la significa, y en latín, en mal latín, discurrían los directores de la obra de Estíbaliz. Un poco raro es dar la misión de soplar al verano, que no siempre se desata en viento y tempes– tades, y la de aligerar las provisiones de agua al otoño, que si tiene que empapar los campos disponiéndolos para una buena siembra, es conveniente que no ocupe en solo eso la actividad de aquellos días aptos para el trabajo. X Fecha A falta de documentos que nos digan cuándo se hizo el edificio . ' no nos queda otro recurso que preguntarlo a las mismas piedras. Son indicio de antigüedad en las construcciones de este género las formas simplificadas, la labor rústica a martillo, la ausencia o rareza de columnas y su poca altura relativa, con capiteles de téndencia cúbica y labor bárbara, la escasa escultura, la pequeñez de las cornisas, la limitada. abertura de los vanos. A medida en cambio que el arte románico avanza, despliega sus recursos, enri– quece su ornato, armoniza sus partes, cuida más de la labra, ama
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