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F. de Mendoza.-EL OR.NATO ARQUITECTÓNICO DE EsTiBALIZ 19 · agua simboliza la frase oscura de fas palabras de los profetas, el odre la mente depravada de los judíos; por ·alusión a la frase del salmo 52 v. 7, la cabeza a Jerusalén, el cuello a las vecinas ciudades ocupadas por Senaquerib y los asirios. El agua tomará otro camino. En la devastación sólo Jerusalén fué salva. -En el hombre desnudo de medio cuerpo arriba, que tiene fuertemente asida la voluta for– mada por la vid, le parece observar la acción de pisar las uvas en el lagar, aludiendo al cap. LVIII de Isaías. -La jamba izquierda de la puerta, que sólo ofrece una figura a la terminación del vástago ondulado, es para él la representación. del árbol de Jesé. . Y sigue analizando al pormenor los. detalles que decoran las arquivoltas y los canes que sostienen la impostilla. No continúo esta relación temiendo que el lector cobre fastidio a mi trabajillo, y paso a decir qué opino de todo esto. Con perdón _del P. Pinedo, con cuya amistad mucho .me honro, y de su saber bíblico y arqueo– lógico, demostrado aquí y en otras producciones de su pluma. Mi mayor gusto hubiera sido aplaudirle, no sólo por la intención y la erudición desplegada, como de corazón lo hago, sino también por el acierto. Yo también daré mis razones, buenas o malas, eso lo verá el que leyere. Ante todo no hablamos del interiór. Las figuras representan· allí su papel histórico en escenas de confrontación del Antiguo con el Nuevo Testamento, y su lenguaje es en general suficientemente ·claro para que no necesiten especial aclaración. Si alguna duda ~abe, es acerca de cosas accesoi::ias, pues la figura y lo figur_ado, en cuanto tales, se amoldan a la forma narrativa tr'adicional. De su valor iconográfico hemos dicho algo en otra parte. Hablamos ahora del simbolismo de la puerta, de las figuras principalmente; que nos dicen qué_ es todo eso, cuál es la razón de· ser de cada una de ellas, Y de paso notaremos ig'ualmente su expresión artística, o sea la orientación plástica en el sentido decorativo.. Que no es obvio el significado de todo esto lo dice el mismo es– fuerzo del P. Pineda buscándole una explicación razonable. Y qué verían allí' los sencillos ca:mpesinos 1 de entonces? Lo que ven los 1 <le ahora. 1 Siento disentir del parecer del P. Benedictino. Porque me agrada• ría observar ahf patente la íntima relación que guardan las escenas del exterior con las del interior, que constituirían así un poema de partes bien ligadas y de alta entonación. Pero bien sabe el Padre que este nexo falta muchas veces en- edificios de la Edad Mediae

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