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DON HILARION ESLAVA Y SU "METODO COMPLETO DE SOLFEO" EN LA SEGUNDA PARTE En la 2.ª parte del Solfeo de Eslava se ven 52 lecciones, además de ejercicios explicativos preparatorios a las mismas. Se explican los intervalos cromáticos, disminuidos y aumentados, además de inútir en los diatónicos. Se explican las inversiones de los intervalos. No es partidario Eslava de las denominaciones de 4.ª y 5.ª justas, que hoy han prevalecido, sobre las tra– dicionales españolas. Se explican los tonos y los mod:::is . Introduce la clave de fa en 4.ª línea. Aparece el compás ternario y tamkén los compases bina– rios con subdivisión ternaria -los más usados-. L~s lecciones de solfeo, ahora con claves armadas hasta con dos sostenidos y bemoles, están en modo mayor y menor. Se explican algunas notas de adorno -apoyaturas, morden~ tes-. Aparecen las fusas y semifusas. Siguen apareciendo más expresiones italianas indicadoras del movimiento. Según Joaquín Zamacois, fue Eslava el primer teórico español que dio a los mordentes un amplio sentido de notas de adorno rápidas, que se adhieren a la nota principal 95 • Eslava advierte, al hablar de los intervalos de dEícil entonación, lo si– guiente: «La práctica de las séptimas y de los intervalos disminuidos y aumen– tados, es una de las cosas que cuestan más trabajo a los discípulos; por lo que he cuidado por ahora de poner todas las entonaciones difíciles con toda la preparación posible, de modo que la forma de la n:elodía y la del acom– pañamiento ayuden al solfista a vencer estas dificultades». Eslava, pedagogo total, aconseja que no se empiece el estudio del piano u otro instrumento, hasta que el alumno no esté adelantado en el solfeo. Con– cretamente dice hasta que «el discípulo haya aprendido la l.ª y 2.ª parte de este método [el suyo]». Eslava adopta un término medio entre los que dicen que el instrumento se debe comenzar con el solfeo y los que sostienen que el instrumento sólo hay que empezarlo después de dar todo el solfeo. También advierte Eslava que el profesor de solfeo -sentado al piano- «tendrá que hacer, acompañando a algunos discípulos, uno o más tonos alto o bajo». Es decir, acomodarse a la voz del discípulo. La 2.ª parte se cierra también con una lección recapituladora en peque– ños tiempos. En ella aparecen, en forma de pieza unitaria aunque variada, todos los recursos solfísticos aprendidos en la 2." parte. Refiriéndose a ella, se expresa Eslava. «La siguiente lección [n.º 52] en la -::ual se recopilan toda la 2.ª parte de este método, consta de 10 pequeñas partes, que forman otras tantas lecciones. El discípulo deberá estudiarlas primeramente por separado y después seguidas, desde el principio hasta el fin, para que de este modo pueda ver y conocer bajo un punto de vista la relación c_ue tienen entre sí los tonos, aires [ = tiempos] y figuras, practicando también en compendio las 95 Cfr. Joaquín ZAMACOIS, Teoria de la música, libro II, págs. 160-61. 255

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